A petición de mis fans y tras unos días de asueto y recogimiento espiritual, aquí estoy de nuevo para crear polémica, caer antipático, mear fuera del tiesto e incluso defender lo indefendible, esas causas perdidas que, salvo a los rebeldes con y sin causa, a casi nadie les preocupa.
Que España es un país de mierda lo he repetido en más de una ocasión aquí y en los distintos foros donde participo. Por supuesto, la gente inteligente sabe que cuando digo esto no me refiero a la inmensa belleza paisajística o arquitectónica que esconde dentro de su extensa superficie territorial, sino a mi impresión sobre el nivel de desarrollo educativo y cultural de su ciudadanía, que acostumbra a arañar siempre la cascarilla sin llegar al meollo del asunto, que hace análisis simplistas de cuestiones realmente complejas y que demuestra actitudes realmente catetas cuando no fascistoides ante temas sociales que les molesta, no entienden o realmente les asusta.
Hoy voy a romper una lanza por FEMEN, uno de los grupos reivindicativos que más palos reciben y que ha llegado a exasperar a los sectores más rancios y gazmoños de la sociedad. FEMEN es una organización feminista que tuvo su origen en Ucrania allá por el 2008, realizan sus protestas con el torso desnudo y denuncian el turismo sexual, protestan contra las instituciones religiosas (católica, islamista...), el sexismo, el machismo y abogan por el derecho inalienable de la mujer a decidir sobre el aborto. Está claro que mucha gente tendrá una opinión formada sobre estos y otros temas y todas ellas serán muy respetables. También se me hace necesario puntualizar que hay acciones de FEMEN con las que no comulgo, que he denunciado y me resultan absolutamente reprobables (el derribo de la cruz como símbolo de los millones de católicos del Este que fueron víctimas de la persecución soviética), pero aun así sigo pensando que su existencia y presencia es muy necesaria, sumamente higiénica y aleccionadora, y que sus protestas deben actuar como aldabonazos sobre la conciencia colectiva de una sociedad corroída por la efervescencia del germen machista.
- Las activistas de FEMEN protestan en top less y con eslóganes escritos en su torso porque consideran que si sus protestas las hicieran con pancartas sencillas sus demandas nunca tendrían el mismo eco ni tomadas en cuenta. El desnudo es usado como subversión dentro de un sistema hipócrita que se siente incomodado.
- En nuestro país, el terrorismo machista o feminicidio se ha cobrado más víctimas que el terrorismo de ETA, y no hemos visto grandes manifestaciones para denunciar esta terrible y sanguinaria lacra.
- El hombre tiene el monopolio de los negocios, la mujer cobra de media un 16% menos que el hombre al año, el empresario contrata a un hombre antes que a una mujer porque no se queda embarazado, ni pide bajas por maternidad ni tiene depresiones postparto.
- El trabajo para la mujer no acaba nunca; cuando termina su jornada laboral fuera de casa todavía le espera las de su propio hogar, la atención a sus hijos y aun con eso, el marido todavía espera que, de postre, le regale una soberbia sesión erótica.
- El hombre pocas veces se muestra comprensivo, sensible, empático con los trastornos físicos y psicológicos derivados de los ciclos biológicos que sufre la mujer a lo largo de su existencia (menstruaciones, partos, menopausias) y le exigimos a ellas lo que somos incapaces de exigirnos a nosotros. Siempre dan infinitamente más de lo que reciben.
CONCLUSIÓN: La mujer no tiene como misión en este mundo ser una esclava, una santa o una puta. Es hora de repetir que "SU AUTONOMÍA Y SUS DERECHOS SON LOS MISMOS QUE LOS DE LOS HOMBRES", y que los que tildan a las activistas de FEMEN de "repugnantes, patéticas y fanáticas" deberían hacer un balance de su vida, un ejercicio de regresión en el tiempo para saber que clase de filosofía humanista les ha hecho albergar tanta soberbia, rencor y desprecio. Ya lo dije en cierta ocasión, mi amplio concepto de la libertad, mi melancolía y sensibilidad absolutamente permeable se lo debo a todas las mujeres que me criaron y educaron hasta mi independencia. Para todas ellas mi respeto y más sentida devoción.
Que España es un país de mierda lo he repetido en más de una ocasión aquí y en los distintos foros donde participo. Por supuesto, la gente inteligente sabe que cuando digo esto no me refiero a la inmensa belleza paisajística o arquitectónica que esconde dentro de su extensa superficie territorial, sino a mi impresión sobre el nivel de desarrollo educativo y cultural de su ciudadanía, que acostumbra a arañar siempre la cascarilla sin llegar al meollo del asunto, que hace análisis simplistas de cuestiones realmente complejas y que demuestra actitudes realmente catetas cuando no fascistoides ante temas sociales que les molesta, no entienden o realmente les asusta.
Hoy voy a romper una lanza por FEMEN, uno de los grupos reivindicativos que más palos reciben y que ha llegado a exasperar a los sectores más rancios y gazmoños de la sociedad. FEMEN es una organización feminista que tuvo su origen en Ucrania allá por el 2008, realizan sus protestas con el torso desnudo y denuncian el turismo sexual, protestan contra las instituciones religiosas (católica, islamista...), el sexismo, el machismo y abogan por el derecho inalienable de la mujer a decidir sobre el aborto. Está claro que mucha gente tendrá una opinión formada sobre estos y otros temas y todas ellas serán muy respetables. También se me hace necesario puntualizar que hay acciones de FEMEN con las que no comulgo, que he denunciado y me resultan absolutamente reprobables (el derribo de la cruz como símbolo de los millones de católicos del Este que fueron víctimas de la persecución soviética), pero aun así sigo pensando que su existencia y presencia es muy necesaria, sumamente higiénica y aleccionadora, y que sus protestas deben actuar como aldabonazos sobre la conciencia colectiva de una sociedad corroída por la efervescencia del germen machista.
- Las activistas de FEMEN protestan en top less y con eslóganes escritos en su torso porque consideran que si sus protestas las hicieran con pancartas sencillas sus demandas nunca tendrían el mismo eco ni tomadas en cuenta. El desnudo es usado como subversión dentro de un sistema hipócrita que se siente incomodado.
- En nuestro país, el terrorismo machista o feminicidio se ha cobrado más víctimas que el terrorismo de ETA, y no hemos visto grandes manifestaciones para denunciar esta terrible y sanguinaria lacra.
- El hombre tiene el monopolio de los negocios, la mujer cobra de media un 16% menos que el hombre al año, el empresario contrata a un hombre antes que a una mujer porque no se queda embarazado, ni pide bajas por maternidad ni tiene depresiones postparto.
- El trabajo para la mujer no acaba nunca; cuando termina su jornada laboral fuera de casa todavía le espera las de su propio hogar, la atención a sus hijos y aun con eso, el marido todavía espera que, de postre, le regale una soberbia sesión erótica.
- El hombre pocas veces se muestra comprensivo, sensible, empático con los trastornos físicos y psicológicos derivados de los ciclos biológicos que sufre la mujer a lo largo de su existencia (menstruaciones, partos, menopausias) y le exigimos a ellas lo que somos incapaces de exigirnos a nosotros. Siempre dan infinitamente más de lo que reciben.
CONCLUSIÓN: La mujer no tiene como misión en este mundo ser una esclava, una santa o una puta. Es hora de repetir que "SU AUTONOMÍA Y SUS DERECHOS SON LOS MISMOS QUE LOS DE LOS HOMBRES", y que los que tildan a las activistas de FEMEN de "repugnantes, patéticas y fanáticas" deberían hacer un balance de su vida, un ejercicio de regresión en el tiempo para saber que clase de filosofía humanista les ha hecho albergar tanta soberbia, rencor y desprecio. Ya lo dije en cierta ocasión, mi amplio concepto de la libertad, mi melancolía y sensibilidad absolutamente permeable se lo debo a todas las mujeres que me criaron y educaron hasta mi independencia. Para todas ellas mi respeto y más sentida devoción.