Claro, catalán con familia jabeña, pero si tú lo que haces es poner énfasis a mi teoría: nacer es un hecho accidental, aunque solo los catalanes y los vascos se creen especiales por ello y piensan que por ese intrascendente hecho tienen ya unos derechos adquiridos. Los demás pueblos sabemos que eso no es cierto, que no son más altos ni más guapos ni más inteligentes que el resto, sólo que actúan mejor como plañideras. Integrarse en una comunidad debe ser otra cosa, a esto yo no te puedo responder porque nunca me he sentido interesado en integrarme en ninguna, quien me conoce sabe de mi inviolable individualismo. No hacía falta la puntualización porque seguramente conozco la historia de Cataluña mejor que la mayoría de los catalanes, lo que no sé es si mi historia coincidirá con la de esa gente que se inventa países, y además lo que decía en mi escrito es que ya no importan esas nimiedades, que lo que hoy se necesita, ante el momento crucial que vivimos, es altura de miras, un esfuerzo importante y una reflexión serena, y eso no es malinterpretar.
Cualquier persona medianamente inteligente sabe que para resolver la cuestión catalana, el partido en el gobierno tendrá que llevar a cabo decisiones arriesgadas que seguramente tendrán que ver con el sistema de financiación y con la reforma de la Constitución, de cómo sepan manejar estos espinosos asuntos y los tiempos para acometerlos dependerá la solución a un complicado jeroglífico. No me niegues, querido catalán, que Cataluña es hoy una sombra fatigosa de sí misma, no sólo por la carencia de una solidez económica, también porque se ha convertido en un vergel para políticos mediocres y tribus de vándalos que campan a sus anchas haciendo apología de un nihilismo aterrador, en Cataluña se valora muy poco la ley si esto representa valorar también a España. A mí me importa poco ya el destino de Cataluña, de Extremadura y de España, sobre todo si uno piensa que para que sus hijos puedan sobrevivir tendrán que marcharse lejos de este vertedero sin fondo de corrupción.
Los políticos tienen miedo, catalán, y es justo que así sea, hemos sido muchos los que nos hemos abstenido en las pasadas elecciones y lo haremos también en la siguiente, el voto además está muy fragmentado, y sobre los grandes partidos se cierne una bruma realmente gélida y preocupante ¡Hace tanto frío fuera de la política!, a muchos les tocará acampar en la intemperie y el país necesita una renovación profunda del sistema que expulse del poder a una casta endogámica de privilegiados a los que jamás les ha interesado el reparto de la riqueza y la justicia social ¡Estoy hasta los huevos de todos ellos!, incluido el Pablo Iglesias, que sólo hace que repetir obviedades sin aportar soluciones, siendo consciente de que una cosa es predicar y otra dar trigo, y mi única esperanza es que una nueva generación, con una mirada más limpia, sea capaz de diferenciar política de mecenazgo y puedan disfrutar de una nueva era en donde todos los ciudadanos seamos realmente iguales ante la ley. Pero eso yo no lo conoceré y me tocará penar para poder subsistir con una pensión de mierda.
Aquí siempre serás bien recibido, esta es tu casa porque la hospitalidad es una de nuestras señas de identidad, de mi parte todo el afecto para ti y tu familia, y el recuerdo emocionado para tus padres que un día me trataron como su fuera su hijo.
Un abrazo
Cualquier persona medianamente inteligente sabe que para resolver la cuestión catalana, el partido en el gobierno tendrá que llevar a cabo decisiones arriesgadas que seguramente tendrán que ver con el sistema de financiación y con la reforma de la Constitución, de cómo sepan manejar estos espinosos asuntos y los tiempos para acometerlos dependerá la solución a un complicado jeroglífico. No me niegues, querido catalán, que Cataluña es hoy una sombra fatigosa de sí misma, no sólo por la carencia de una solidez económica, también porque se ha convertido en un vergel para políticos mediocres y tribus de vándalos que campan a sus anchas haciendo apología de un nihilismo aterrador, en Cataluña se valora muy poco la ley si esto representa valorar también a España. A mí me importa poco ya el destino de Cataluña, de Extremadura y de España, sobre todo si uno piensa que para que sus hijos puedan sobrevivir tendrán que marcharse lejos de este vertedero sin fondo de corrupción.
Los políticos tienen miedo, catalán, y es justo que así sea, hemos sido muchos los que nos hemos abstenido en las pasadas elecciones y lo haremos también en la siguiente, el voto además está muy fragmentado, y sobre los grandes partidos se cierne una bruma realmente gélida y preocupante ¡Hace tanto frío fuera de la política!, a muchos les tocará acampar en la intemperie y el país necesita una renovación profunda del sistema que expulse del poder a una casta endogámica de privilegiados a los que jamás les ha interesado el reparto de la riqueza y la justicia social ¡Estoy hasta los huevos de todos ellos!, incluido el Pablo Iglesias, que sólo hace que repetir obviedades sin aportar soluciones, siendo consciente de que una cosa es predicar y otra dar trigo, y mi única esperanza es que una nueva generación, con una mirada más limpia, sea capaz de diferenciar política de mecenazgo y puedan disfrutar de una nueva era en donde todos los ciudadanos seamos realmente iguales ante la ley. Pero eso yo no lo conoceré y me tocará penar para poder subsistir con una pensión de mierda.
Aquí siempre serás bien recibido, esta es tu casa porque la hospitalidad es una de nuestras señas de identidad, de mi parte todo el afecto para ti y tu familia, y el recuerdo emocionado para tus padres que un día me trataron como su fuera su hijo.
Un abrazo
De acuerdo en casi todo; el hecho de quedarnos en casa sin votar nos hace cómplices por omisión (los que votamos por acción) de todo lo que sucede. A veces no es cuestión de elegir lo mejor, sino lo menos malo, y solo desde dentro se pude cambiar, por lo que el quedarse en casa y "que todo nos la sude", no es sino otra forma de participar en este "vertedero de corrupción".