Mu cruel, pero que mu cruel la vida de Juan: me recuerda la
España de finales de los cincuenta, a los niños jabeños que, igual que ahora parte de los peruanos, se veían obligados a realizar tareas verdaderamente penosas: ahora me vienen a la mente cuatro niños que se dedicaban a hacer picón, ya hablaremos dello si me autorizan.
Un abrazo, Tomás.