LA VIDA DE NADIE
Manuel tiene 43 años y lleva en paro cerca de tres años, forma parte de una de esas 30 familias a las que Caritas Don Benito reporta alimentos cada semana. Esta ayuda se canaliza a través del programa Don Benito Acción Solidaria del que se benefician unas 1.150 personas, de las cuales 160 son menores de 10 años.
Como cada semana quedo con Manuel para dar un paseo. Hoy le cuento lo siguiente: El hombre es un motor de combustión. Consume alimentos y bebidas que le permiten transformar la energía térmica en energía mecánica. Gracias a ello se desplaza. Cinética e inercia le hacen moverse en su diaria rutina en un delicado juego de presiones. Con el pistón que alberga en su cerebro, transforma la linealidad de su existencia en un movimiento circular. El mecanismo clásico de biela/manivela. Un sistema de válvulas cardiacas controla la presión de los fluidos. Si la presión en la caldera o pecho es excesiva, se hace necesario abrir la válvula de escape. Con ello, el vapor es liberado. Y la máquina del hombre vuelve a su rutina. El hombre es una poderosa máquina de vapor.
-Me gusta, tío.
- ¿Qué coño está pasando aquí? ¿Por qué hay tantas valiosas máquinas de vapor paradas?
Los dos necesitamos abrir las válvulas de escape para reflexionar sobre los efectos devastadores de un modelo de desarrollo fracasado que siempre se ha cebado con los más débiles. Pero el asco, una vez más, nos hace mirar al vacío. Nuestra mirada es pesimista y descorazonadora en el incontenible deseo de explicar una tragedia sobre la que viven de espaldas la clase política, sus tecnócratas y burócratas dentro de una Europa insolidaria y deshumanizada. Y esta vez sí, nos abocamos a un abismo de emoción y tristeza, a lo que pudo haber sido y no fue, pensamientos y sensaciones que pueden empujarte de manera peligrosa al abandono y la exasperación.
-Yo era un buen albañil.
-Y lo sigues siendo.
-No, ya no soy nadie.
Recorremos los senderos urbanos que marcan los límites de la tragedia: el barrio, el parque, los polígonos, las cooperativas... Y me resultan tangibles los fracasos cotidianos, el abatimiento y los sinsabores de una generación desplazada que ha desistido de cualquier forma de progreso o sueño de prosperidad. Miramos las postales cotidianas de un país que se desangra, destellos de una puta mierda de vida a la que te aferras porque no tienes otra cosa, pero que siendo lúcido y pragmático no vale la pena sostener si no es para alimentar el ego y la vanidad de los que han convertido un paraíso de infinitos recursos naturales en un infierno de proporciones dantescas.
- ¿Qué decía el Stendhal ese del que me hablaste?
-Stendhal dijo muchas cosas, por ejemplo "que lo malo no es el amor, sino su incertidumbre", también que "tener un carácter firme es tener una larga y sólida experiencia en los desengaños y las desgracias".
-Te quiero, tío.
-Yo a ti también, Manuel, nos vemos la próxima semana.
Manuel tiene 43 años y lleva en paro cerca de tres años, forma parte de una de esas 30 familias a las que Caritas Don Benito reporta alimentos cada semana. Esta ayuda se canaliza a través del programa Don Benito Acción Solidaria del que se benefician unas 1.150 personas, de las cuales 160 son menores de 10 años.
Como cada semana quedo con Manuel para dar un paseo. Hoy le cuento lo siguiente: El hombre es un motor de combustión. Consume alimentos y bebidas que le permiten transformar la energía térmica en energía mecánica. Gracias a ello se desplaza. Cinética e inercia le hacen moverse en su diaria rutina en un delicado juego de presiones. Con el pistón que alberga en su cerebro, transforma la linealidad de su existencia en un movimiento circular. El mecanismo clásico de biela/manivela. Un sistema de válvulas cardiacas controla la presión de los fluidos. Si la presión en la caldera o pecho es excesiva, se hace necesario abrir la válvula de escape. Con ello, el vapor es liberado. Y la máquina del hombre vuelve a su rutina. El hombre es una poderosa máquina de vapor.
-Me gusta, tío.
- ¿Qué coño está pasando aquí? ¿Por qué hay tantas valiosas máquinas de vapor paradas?
Los dos necesitamos abrir las válvulas de escape para reflexionar sobre los efectos devastadores de un modelo de desarrollo fracasado que siempre se ha cebado con los más débiles. Pero el asco, una vez más, nos hace mirar al vacío. Nuestra mirada es pesimista y descorazonadora en el incontenible deseo de explicar una tragedia sobre la que viven de espaldas la clase política, sus tecnócratas y burócratas dentro de una Europa insolidaria y deshumanizada. Y esta vez sí, nos abocamos a un abismo de emoción y tristeza, a lo que pudo haber sido y no fue, pensamientos y sensaciones que pueden empujarte de manera peligrosa al abandono y la exasperación.
-Yo era un buen albañil.
-Y lo sigues siendo.
-No, ya no soy nadie.
Recorremos los senderos urbanos que marcan los límites de la tragedia: el barrio, el parque, los polígonos, las cooperativas... Y me resultan tangibles los fracasos cotidianos, el abatimiento y los sinsabores de una generación desplazada que ha desistido de cualquier forma de progreso o sueño de prosperidad. Miramos las postales cotidianas de un país que se desangra, destellos de una puta mierda de vida a la que te aferras porque no tienes otra cosa, pero que siendo lúcido y pragmático no vale la pena sostener si no es para alimentar el ego y la vanidad de los que han convertido un paraíso de infinitos recursos naturales en un infierno de proporciones dantescas.
- ¿Qué decía el Stendhal ese del que me hablaste?
-Stendhal dijo muchas cosas, por ejemplo "que lo malo no es el amor, sino su incertidumbre", también que "tener un carácter firme es tener una larga y sólida experiencia en los desengaños y las desgracias".
-Te quiero, tío.
-Yo a ti también, Manuel, nos vemos la próxima semana.
La verdad es que todo esto es una tragedia. Y mira, Manuel, al menos, tiene la comprensión de sus amigos ques una labor encomiable pa que no pierda la autoestima. Tienen que venir tiempos mejores, por la virgen de Lantigua, no puede ser dotra manera: la dignidad y la perseverancia en las protestas son los dos báculos en que hemos dapoyarnos para conseguirlo.
Y el Estado, este Estado, este ladrón que ha hecho del BOE su trabuco pa robar, questá siendo ya sustituido por instituciones benéficas privadas, familiares y amigos de los más debiles: pues si pa lo único que va a quedar es para ejercer de fuerza coercitiva..., que la noble anarquía reine y él que desaparezca. PERO OTRO ESTADO ES POSIBLE y necesario, y el tema no es cimentar lo nuevo sino desmontar el que sufrimos y nos esquilma.
Y el Estado, este Estado, este ladrón que ha hecho del BOE su trabuco pa robar, questá siendo ya sustituido por instituciones benéficas privadas, familiares y amigos de los más debiles: pues si pa lo único que va a quedar es para ejercer de fuerza coercitiva..., que la noble anarquía reine y él que desaparezca. PERO OTRO ESTADO ES POSIBLE y necesario, y el tema no es cimentar lo nuevo sino desmontar el que sufrimos y nos esquilma.