Por supuesto que creo en ti, UNOMAS, y en elpajon, y en Leganés... De hecho cuando tras un apocalipsis zombi, no quede de nosotros ni los huesos, cuando el mundo sólo sea un vago y lacerante recuerdo en la memoria implantada de algún replicante, estaréis vosotros aquí para recordarme algunas delicatesen como las pringás, las migas, las boyas de anís, los morros de cerdo, el rabo de toro y la vejiga de albatros.
Mira por donde te voy a poner un "me gusta". A lo que me refiero es que estoy hasta el paquete torero de que gurús de medio pelo quieran guiar mi destino con promesas incumplidas y mentiras, y me temo que el bueno de mi amigo Plantón quería abducirme para formar parte de la nueva secta. Pero eso no va a pasar porque yo soy indomable y mi mayor bien es mi independencia, mi libertad individual que me hace odiarlos a todos por igual, eso sí, con generosidad, sin el más absoluto rencor.
La misma suerte que deseo para los míos, os deseo yo a vosotros, pues cuanto más feliz es la gente más feliz soy yo. Imagínate que yo fuera el único ser feliz en un mundo de tristes, tendría que buscar la forma menos dolorosa para desaparecer... y ya me imagino cuál es.
Cuídate, esos saraos no son para mí, como poco, bebo lo justo y la lujuria es mi única perdición ¡Maldita testosterona!.
Mira por donde te voy a poner un "me gusta". A lo que me refiero es que estoy hasta el paquete torero de que gurús de medio pelo quieran guiar mi destino con promesas incumplidas y mentiras, y me temo que el bueno de mi amigo Plantón quería abducirme para formar parte de la nueva secta. Pero eso no va a pasar porque yo soy indomable y mi mayor bien es mi independencia, mi libertad individual que me hace odiarlos a todos por igual, eso sí, con generosidad, sin el más absoluto rencor.
La misma suerte que deseo para los míos, os deseo yo a vosotros, pues cuanto más feliz es la gente más feliz soy yo. Imagínate que yo fuera el único ser feliz en un mundo de tristes, tendría que buscar la forma menos dolorosa para desaparecer... y ya me imagino cuál es.
Cuídate, esos saraos no son para mí, como poco, bebo lo justo y la lujuria es mi única perdición ¡Maldita testosterona!.