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LA HABA: No sé quién eres, seguro que te conozco, pero no importa....

Buenos días! Este escrito es un homenaje a un gran ciudadano y gran amigo JESÚS PINTADO ALONSO, a su memoria. Hace seis meses le presenté una poesía en homenaje a JESÚS a la gestora cultural para que todo el mundo pudiera leer ese homenaje hecho poesía. La respuesta de la Gestora es que se iba a publicar en ese mes que no tenía nada para publicar. Pasaron dos meses y la poesía en PASO A PASO no se publicaba. Su viuda Ana se acercó a la Casa de Cultura a preguntarle a la susodicha qué pasaba que no se publicaba el poema. La respuesta fue increíble: "la poesía no se puede publicar si no da su visto bueno el Sr. Alcalde". Y por lo visto el señor Alcalde no ha dado a día de hoy vía libre para autorizar su publicación. Y me he informado de todo lo que rodea esta decisión y me lleva a la conclusión que el Sr. Alcalde por diferencias políticas con la familia PINTADO no ha consentido, consiente y por lo que veo, no consentirá su publicación. De nuevo, otro ejemplo de censura política, haciendo rehén a la cultura teledirigida desde el despacho del mencionado. Quiero que sepa todo el mundo que no persigo ningún reconocimiento, sino que quería recordar su figura, y quería hacerlo extensivo a toda la población. Que sepa el MENCIONADO que pese a su negativa a publicar el homenaje, su familia posee mi poema y a ellos ya les vale. ¡Qué vergüenza!

No sé quién eres, seguro que te conozco, pero no importa. Si te sirve te diré que, aunque no creo haber hablado ni dos palabras con el malogrado hombre al que honras con tu poema, si hay algo que me da asco, me enerva y activa mi lado salvaje es la censura. Y da igual la institución, el medio u organismo de quien provenga, yo he tenido algún problema en esa aspecto que el juez, con buen criterio, ni siquiera a tenido a bien admitir a trámite, amparándome mi libertad de expresión y acreditaciones de prensa.

Del tema no conozco nada más que lo que tú expones, me gustaría conocer la explicación de la otra parte, que supongo que algo nos dirán. No creo que el diferente pensamiento ideológico pueda ni deba ser exhibido como una coartada o excusa para activar un mecanismo tan siniestro como la censura. Si se confirma que esto es así, me tendrás siempre a tu lado, y no es que yo comulgue, precisamente, con la doctrina política de tu difunto amigo, más que nada porque han traicionado y pisoteado todos los valores y principios que deben regir en una sociedad decente. Pero una cosa es la diversidad de creencias y opiniones, y otra la coacción de una libertad individual y colectiva a la que todos tenemos derecho.