Hola Miguel! Gracias por tus palabras, pero es que Jesús se merecía como mínimo esto un homenaje hecho poesía. No era una persona normal, era un amigo extraordinario, un compañero de fatigas, lo mejor que ha parido esta tierra. Además, os quiero mucho, tanto a Ana como a mis amigos Jesús y Antonio, que tienen el mismo alma que su padre. Son unos amigos incondicionales, que están ahí para todo. Yo lo de la poesía lo hice para que vosotros disfrutaran de su recuerdo. A partir de ahora Miguel te incluyo como amigo, pues estoy seguro eres como Jesús. Un cordial abrazo y gracias por todo.