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LA HABA: El ascenso de la ultraderechista Marine Le Pen en la...

El ascenso de la ultraderechista Marine Le Pen en la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas ha hecho saltar las alarmas. El resultado histórico del Frente Nacional, que se alzó con el 18% de los votos, deja en manos de esta formación xenófoba y antieuropea la llave para elegir al futuro presidente de Francia y alter-ego de Angela Merkel.

El odio al diferente, la exaltación de los valores patrios y el nacionalismo excluyente se extienden como una mancha por los países europeos y España no es ajena a este resurgir de los partidos de extrema derecha. La crisis económica ha desenterrado ideologías radicales que se creían superadas pero que están recuperando oxígeno. Este tipo de formaciones, que comparten buena parte del ideario del ultraderechista Anders Behrin Breivik –autor de la matanza de 77 personas en Noruega–, tienen como principal enemigo a los inmigrantes en general y a los musulmanes es particular.

"Estos grupos ofrecen soluciones fáciles (y falsas) que aportan seguridad"
José Antonio Díaz, Catedrático de Ciencias Políticas
En nuestro país, formaciones de nuevo cuño como Plataforma per Catalunya (PxC) o España 2000 aglutinan el voto de muchos ciudadanos descontentos que se sienten abandonados por los partidos mayoritarios. Frente a organizaciones clásicas de la extrema derecha, como Falange Española de las J. O. N. S. o Democracia Nacional, que sufren un retroceso, estas opciones crecen hasta el punto de que PxC se ha convertido, tras las últimas elecciones municipales, en la sexta fuerza política de Cataluña.

Plataforma per Catalunya, liderada por Josep Anglada, no esconde su aversión a la inmigración y al Islam, a los que responsabiliza del aumento de la violencia y el paro. En las elecciones municipales de 2011 experimentó un aumento de votos del 500% respecto a 2007 y pasó de 16 a 69 concejales en toda Cataluña. Su lema es muy sencillo: "Primero están los de casa".

Aunque tiene su feudo en Barcelona, donde acapara el 2,5% de los votos, PxC ya ha extendido sus tentáculos a otras regiones y sus pronósticos de futuro son muy optimistas. En las municipales de 2015 prevén un "espectacular crecimiento", y aseguran que superarán al PP en Cataluña según explica su líder.

Identidad europea

PxC ha experimentado un rápido desarrollo, en parte, gracias a sus contactos con los partidos europeos con los que comparten objetivos. Así, mantienen estrechas relaciones con el FPÖ austriaco, la Liga Norte italiana, el Vlaams Belang belga o el Frente Nacional de Marine Le Pen.

Al igual que sus formaciones hermanas europeas, atacan el multiculturalismo y la globalización, a los que culpan de desdibujar la identidad de Europa. "Tenemos que defendernos de la invasión extranjera", explica el polémico Anglada. "Hace falta una regeneración para liberar a Europa del islamismo radical que tenemos en estos momentos", insiste.

"Primero están los de casa" es el lema de PxC, formación ultraderechista que ya es la sexta fuerza política de Cataluña
Para José Antonio Díaz, catedrático de Ciencias Políticas de la UNED, esta ultraderecha gana adeptos porque algunas capas de la sociedad necesitan identificar un enemigo al que culpar de la crisis. "La derecha fascista utiliza el miedo al diferente para crecer. Ofrecen soluciones fáciles (y falsas) que aportan seguridad. Lanzan un mensaje muy simple y por tanto fácil de vender", explica Díaz. En su opinión, las redes sociales han estrechado los lazos entre estos grupos a nivel internacional, que se dan apoyo y se refuerzan.

Otra formación anti islamista que ha ganado terreno en los últimos comicios es España 2000, que superó los 9.000 votos en las últimas generales frente a los poco más de 6.000 que obtuvo en 2008. En Valencia es ya la sexta fuerza política con cinco concejales en 2011 frente a los dos que logró en 2007.

Al igual que a Anglada, a Juan Luis Rebato, su presidente, no le gusta que les definan como xenófobos y ultraderechistas. Ambos prefieren definir sus proyectos como identitarios y populistas. "Somos un partido social patriota y defendemos el elemento preferencial, es decir, primero se da trabajo al español", explica el líder de España 2000, quien no duda en asegurar que "el Islam es incompatible con la democracia europea".

Una cuestión histórica

Pero, a su juicio, la semilla de este mensaje aún no ha calado en España. "Otros países europeos se han dado cuenta hace tiempo. Aquí, como siempre, vamos con retraso", se lamenta. Rebato también mantiene comunicación con la ultraderecha francesa de Marine Le Pen. "El Frente Nacional viene a nuestros congresos, al igual que la Destra italiana", dice.

Josep Anglada, líder de PxCJosep Anglada, líder de PxC
La extrema derecha no acaba de despegar en España porque muchos aún no han olvidado nuestra historia reciente, al igual que ocurre en Alemania. "Existe un rechazo general porque no pasado mucho de la dictadura y con el tiempo ese recuerdo se irá matizando", explica Díaz, que opina que este tipo de partidos absorberán cuotas importantes en términos electorales.

Respecto a las similitudes ideológicas con Breivik, Rebato se defiende diciendo que la violencia no la generan las ideas: "Sí, puede surgir un loco como él, pero igual que apareció el asesino argelino [Mohamed Merah] de Francia".

Aparte de estas dos organizaciones sobreviven otros grupos de extrema derecha, pero o pierden apoyo o permanecen estancados. Es el caso de Falange Española de las J. O. N. S., que apenas consiguió reunir 3.000 votos en las generales, frente a los 14.000 que sumó en 2008. O de Democracia Nacional, que pasó de más de 12.000 apoyos a menos de 2.000 en el mismo periodo. Asimismo, Alternativa Española sólo logró 3.700 sufragios en las autonómicas madrileñas de 2011.

Frente a quienes les tachan de racistas, Rebato presume de contar con musulmanes entre sus trabajadores, aunque acto seguido declara que "para él la inmigración no es una cuestión de prejuicios sino de perjuicios". Anglada, sin embargo, reconoce sin ambages que no le gustaría que su hija "se casara con un moro". Saben que su discurso no es aceptado por buena parte de la sociedad, pero están convencidos de que sus ideas echarán raíces en España porque a su juicio son la opción del "sentido común".