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LA HABA: la puta madre que los parió.

9- Esoterismo y acción: la toma del poder del nacional socialismo

Como hemos visto, el nacimiento del Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP) está ligado a la Germanenorden, la cual vino a dar lugar a la Orden de Thule, nombre tomado de la mítica Patria de los hiperbóreos. Hitler y los nacionalsocialistas no desvelaron el secreto de sus actividades ocultistas y el hecho de que su cosmovisión se había nutrido, entre otros, de las ideas de List y Lanz., pero hemos comprobado cómo el movimiento nacionalsocialista es la derivación política de una corriente subterránea u oculta de la historia. Hitler supo utilizar todos estos elementos para, en medio de la desestabilización general, conseguir erigirse en líder y Führer del pueblo alemán. Una filosofía idealista, como el empuje ariosófico y patriótico de la emoción völkisch (popular), pudo así llegar a expresarse en una manifestación vigorosa, entusiasta y desbordante del arquetipo Odín-Wotan.

10- Miguel Serrano y el Hitlerismo Esotérico en la actualidad

Miguel Serrano, miembro activo del movimiento nazi chileno, es una personalidad clave en el movimiento nacionalsocialista actual. Nació en 1917, y durante la Segunda Guerra Mundial, fue un activo colaborador del nazismo en Chile. En 1947 viajó a la Antártida en una expedición chilena al continente austral, buscando a los supervivientes del nazismo. Entre 1953 y 1962, ejercería como embajador de Chile en la India, donde se convirtió en un experto en las tradiciones, leyendas y ocultismo tibetanos. Más tarde llevaría la embajada chilena en Yugoslavia, de 1962 a 1964, con acreditación en Rumanía y Bulgaria y posteriormente sería embajador chileno en Austria, de 1964 a 1970. Serrano, además fue el representante diplomático de Chile en el Organismo Internacional de Energía Atómica en Viena, y en el Organismo de las Naciones Unidas para el Desarrollo de la Industria. Conoció a Julius Évola y mantuvo una buena amistad con Indira Gandhi, Herman Hesse y C. G. Jung, entre otros. Su relación con el Dalai Lama, a quien recibió en India cuando este escapaba de la invasión marxista del Tíbet, raya en la “hermandad espiritual”. No es de extrañar, por tanto, que cuando el máximo representante del budismo visitó Chile, en 1992, se saltara todo el protocolo para acudir a abrazar efusivamente a Miguel Serrano en el Aeropuerto de Santiago, ante la comprensible incomodidad de las autoridades chilenas. La trilogía de Serrano: “El Cordón Dorado”; “Adolfo Hitler, el último Avatara” y “Manu, el hombre que vendrá”, se han convertido en la fuente de inspiración para nuevos colectivos nacionalsocialistas en la actualidad, grupos que pretenden heredar el esoterismo, el misticismo y el heroísmo de la Waffen-SS, los caballeros teutones y su sagrada misión de reencontrar las Fuentes del Conocimiento.

En una entrevista (revista AÑO CERO, marzo de 2003), a la pregunta de “ ¿Cómo describiría la dimensión mística del Führer?”, Serrano contesta que “Tal y como lo hizo el profesor Jung, quien comparó a Hitler con Mahoma. También como Savitri Devi, quien lo declaró un avatara. Krishna fue un avatara; hay quienes afirman que también lo fue Buda. Es decir, como la encarnación de una divinidad que viene a abrir o cerrar una época en la historia de la humanidad.”

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