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¡MU BUENAS NOCHES A TO EL JABEÑERÍO! Desde los madriles, mis mejores deseos para todos mis paisanos, ojalá estéis felices en vuestras casas y que el otoño que se avecina os colme de salud y trabajo: todo lo demás tiene arreglo, si hay paz.
Luego de un ramadán tecnológico -en el que durante mes y pico no he encendido el ordenador y he usado el móvil exclusivamente para atender llamadas de familia y amigos- estoy en condiciones de deciros que se puede vivir sin ellos. Este ayuno voluntario me permite afirmar que el cuerpo puede funcionar perfectamente sin darle a la tecla, igual que cuando te amputan lasanginas, textraen lapendi o textirpan la vesícula balear: no pasa na.
En el mismo periodo, tampoco he visto la televisión ni he escuchado la radio, lo que no ha sido óbice para enterarme de tanta cosa mala como acontece; es como si a ese Dios en el que muchos creen (y que por lo tanto para ellos existe, sin la menor duda) se le hubiera ido este mundo de la manos: y es que los dioses siempre están a sus propias cuitas, solo/sólo se preocupan del más allá. Pero de seguir esto así, si la mar sigue engullendo personas, si la mar persevera en devolvernos niños muertos, hemos de tenerlo claro: por esa misma mar vendrán a devorarnos, a pedirnos lo que les debemos.
Cómo no, por más que te alejes de la tecnología, uno no puede taponarse los oídos en las tabernas, plazas o cenáculos de amigos para escuchar los altisonantes desatinos que se profieren sobre los tres temas que nos hacen girar como a los asnos en la noria: la independencia catalana (rebajada en un 3% de votos a cuenta del porcentaje de CIU), la corruptela que no cesa y el cansino sonsonete del fútbol; tres frentes que mantienen en vilo a una España atolondrada cuyos habitantes -catalanes incluidos- parecen estar incapacitados para sensibilizarse de algo que está mucho antes y muy por encima de todo eso, lo escribió Epicuro hace más de dos mil años: la democracia, la patria o el Estado mismo, no valen para nada si el hombre -antes- no hubiera superado la sed, el hambre y el frío (habría que añadir el miedo a la guerra), tres necesidades que por primarias parecen olvidarse con facilidad, aun atenazando a mucha gente.
En este saludo nocturno que abre mi intervención en el Foro Jabeño, no quiero dejar de agradecer a los que con vastos y sesudos artículos lo han mantenido para evitar su muerte por inanición, tal es el caso de Pedro González, que añade incluso un Copyright para que nadie ose copiarle sin su autorización (aunque el plagio no cesa, como él sabe muy bien). A Victoriano Zazo…. -que pedía que se hablase sobre la "ESQUIZOFRENIA ESQUIZOTÍMICA"- ¿qué le digo yo a Zazo, quien ha pasado del inextricable relato para editores desquiciados al ditirambo loatorio del jabeñerío, a la pura anécdota llena de humor?, pues le digo que mejor, mejor así, que si no íbamos a llegar no al “encomio de la locura”, que decía Pedro González, y antes Erasmo, sino a la locura misma. Pero no dejes de escribir, tío: cuéntanos algo de tu refugio en esa esquina que hace la “Jesa” con el camino de la Sierra.
En un serio aparte, es muy de subrayar el noble intento de Pedro Rodríguez Bermejo por dinamizar el Foro -a pesar de lo cutre que, en efecto, resulta esta web- con artículos como “Amores que duran hasta el amanecer”, cosa hermosa donde las haya, en el que ya nostálgico, mirando al retrovisor (jejeje), vierte y nos provee de las bellísimas sensaciones vividas en aquel inefable evento otoñal del Montjuic de 1980. Me encanta su exacerbada entrega al eros, su manera desenfadada de expresarlo. ¡Bella Luna!, de proporción áurea, esculpida a escala, me digo yo. Envidio el delirio que le producía aquella música y el éxtasis al que le abocaba: “Los amores que duran hasta el amanecer son como el descorchado de una botella de champán, estallan con efervescencia y evaporan pronto las burbujas del desengaño”. ¡Ayyy!, divinas pasiones que yo he defendido con fervor en este Foro (de “revolcones” las tildó alguien que no debió sentirlas). Dejo de loar a mi estimado primo, para añadirle los versos subsiguientes del mismo poema que él invoca sobre amores cobardes escritos por mi admirado Silvio Rodríguez: veo que tuviste, Pedro, “su breve cintura debajo de ti”, y te arriesgaste: “dejaste tu huella en su mar”.
Pero yo lo que quería decir es que aquí estamos de nuevo para escribir, sencillamente, pequeñas historias quentretengan al personal. Con un abrazo mu fuerte para todos mis paisanos, incluido Pepe Romero, sos dejo hasta mañana en brazos de Morfeo.
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¡MU BUENAS NOCHES A TO EL JABEÑERÍO! Desde los madriles, mis mejores deseos para todos mis paisanos, ojalá estéis felices en vuestras casas y que el otoño que se avecina os colme de salud y trabajo: todo lo demás tiene arreglo, si hay paz.
Luego de un ramadán tecnológico -en el que durante mes y pico no he encendido el ordenador y he usado el móvil exclusivamente para atender llamadas de familia y amigos- estoy en condiciones de deciros que se puede vivir sin ellos. Este ayuno voluntario me permite afirmar que el cuerpo puede funcionar perfectamente sin darle a la tecla, igual que cuando te amputan lasanginas, textraen lapendi o textirpan la vesícula balear: no pasa na.
En el mismo periodo, tampoco he visto la televisión ni he escuchado la radio, lo que no ha sido óbice para enterarme de tanta cosa mala como acontece; es como si a ese Dios en el que muchos creen (y que por lo tanto para ellos existe, sin la menor duda) se le hubiera ido este mundo de la manos: y es que los dioses siempre están a sus propias cuitas, solo/sólo se preocupan del más allá. Pero de seguir esto así, si la mar sigue engullendo personas, si la mar persevera en devolvernos niños muertos, hemos de tenerlo claro: por esa misma mar vendrán a devorarnos, a pedirnos lo que les debemos.
Cómo no, por más que te alejes de la tecnología, uno no puede taponarse los oídos en las tabernas, plazas o cenáculos de amigos para escuchar los altisonantes desatinos que se profieren sobre los tres temas que nos hacen girar como a los asnos en la noria: la independencia catalana (rebajada en un 3% de votos a cuenta del porcentaje de CIU), la corruptela que no cesa y el cansino sonsonete del fútbol; tres frentes que mantienen en vilo a una España atolondrada cuyos habitantes -catalanes incluidos- parecen estar incapacitados para sensibilizarse de algo que está mucho antes y muy por encima de todo eso, lo escribió Epicuro hace más de dos mil años: la democracia, la patria o el Estado mismo, no valen para nada si el hombre -antes- no hubiera superado la sed, el hambre y el frío (habría que añadir el miedo a la guerra), tres necesidades que por primarias parecen olvidarse con facilidad, aun atenazando a mucha gente.
En este saludo nocturno que abre mi intervención en el Foro Jabeño, no quiero dejar de agradecer a los que con vastos y sesudos artículos lo han mantenido para evitar su muerte por inanición, tal es el caso de Pedro González, que añade incluso un Copyright para que nadie ose copiarle sin su autorización (aunque el plagio no cesa, como él sabe muy bien). A Victoriano Zazo…. -que pedía que se hablase sobre la "ESQUIZOFRENIA ESQUIZOTÍMICA"- ¿qué le digo yo a Zazo, quien ha pasado del inextricable relato para editores desquiciados al ditirambo loatorio del jabeñerío, a la pura anécdota llena de humor?, pues le digo que mejor, mejor así, que si no íbamos a llegar no al “encomio de la locura”, que decía Pedro González, y antes Erasmo, sino a la locura misma. Pero no dejes de escribir, tío: cuéntanos algo de tu refugio en esa esquina que hace la “Jesa” con el camino de la Sierra.
En un serio aparte, es muy de subrayar el noble intento de Pedro Rodríguez Bermejo por dinamizar el Foro -a pesar de lo cutre que, en efecto, resulta esta web- con artículos como “Amores que duran hasta el amanecer”, cosa hermosa donde las haya, en el que ya nostálgico, mirando al retrovisor (jejeje), vierte y nos provee de las bellísimas sensaciones vividas en aquel inefable evento otoñal del Montjuic de 1980. Me encanta su exacerbada entrega al eros, su manera desenfadada de expresarlo. ¡Bella Luna!, de proporción áurea, esculpida a escala, me digo yo. Envidio el delirio que le producía aquella música y el éxtasis al que le abocaba: “Los amores que duran hasta el amanecer son como el descorchado de una botella de champán, estallan con efervescencia y evaporan pronto las burbujas del desengaño”. ¡Ayyy!, divinas pasiones que yo he defendido con fervor en este Foro (de “revolcones” las tildó alguien que no debió sentirlas). Dejo de loar a mi estimado primo, para añadirle los versos subsiguientes del mismo poema que él invoca sobre amores cobardes escritos por mi admirado Silvio Rodríguez: veo que tuviste, Pedro, “su breve cintura debajo de ti”, y te arriesgaste: “dejaste tu huella en su mar”.
Pero yo lo que quería decir es que aquí estamos de nuevo para escribir, sencillamente, pequeñas historias quentretengan al personal. Con un abrazo mu fuerte para todos mis paisanos, incluido Pepe Romero, sos dejo hasta mañana en brazos de Morfeo.
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