Ramon dice que ahora lo leera y te respondera. Aqui de lo que se trata es de dar cada uno su punto de vista sin que nadie se moleste. Aqui ya sabes tu que no tenemos ningun problema. Se nos considera a los no catalanes parte de cataluña y eso tiene que ser suficiente. Yo amo a cataluñs sin olvidar mis raices, pero respeto a los que piensan diferente. Por eso, no hagas caso de los que insultan, casi nunca llevan razon. Tu hermana!
SÍMBOLOS Y FÁBULAS
Yo también quiero a Cataluña, y a Extremadura y a Portugal. La diferencia con otras personas es que no me identifico con sus símbolos, emblemas e himnos. Todo eso son inventos de los hombres. Se crea el estado de las autonomías y se inventa una bandera en todas las comunidades que carecían históricamente de ella. Sin ir más lejos, aquí en el pueblo se creó un escudo con dos habas cruzadas. Por supuesto, yo no voy a escupir sobre ninguna enseña, mi ética personal me lo prohíbe, lo que hago es mostrar mi indiferencia, algo a lo que tengo derecho y que es tan libre y democrático como la opción de venerarlas que elige mucha gente.
A mí ningún político me va a ganar con las emociones, incendiando de manera pueril mis sentimientos, porque el sucio juego de la política siempre esconde intereses bastardos. Es decir, intereses personales o partidistas. Tenéis políticos que dicen: "Seguidme, yo os llevaré a la tierra prometida", pero lo único que buscan es su inmunidad, su enriquecimiento personal y el de su tribu de elegidos, y les importa muy poco llevar al suicidio colectivo a su pueblo. Aquí los políticos no dicen eso, pero dicen: “Vamos a hacer que Extremadura progrese, donde todo el mundo tenga las mismas oportunidades…”. Pero las personas medianamente inteligentes contestan: ¿tú qué vas a hacer? Harás una carretera, un puente, una rotonda… y creerás que con esto puedes dormir con la conciencia tranquila mientras ves cómo aumentan las desigualdades y el paro ronda el 30 % sin que se tomen medidas efectivas para paliar esa infamia porque vosotros vivís rodeados de un lujo asiático. No hay un solo político inocente en este país. Sólo buscan la autocomplacencia, un juego de poder en donde las personas no cuentan nada más que para depositar su voto en una urna.
Para terminar. Hablando de inventos. Hace tiempo escribí una cosita sobre las devociones marianas. Un historiador de Don Benito, Daniel Cortés, me dijo si tenía alguna información complementaria a la que él poseía sobre la Virgen de la Antigua. Le pase lo que tenía y escribió un artículo titulado “Tres devociones marianas”. Le comenté entonces que en España existían tantas advocaciones de la Virgen María como pueblos, que a pesar de que en el Salmos se decía no adorarás a símbolos e imágenes falsas –yo sí he leído la biblia-, pienso que eso es lo que se hace mayoritariamente e inventé una historia que, para resumir, trata de una aldea de nueva construcción creada para los familias de los trabajadores de una central nuclear cercana.
Como estaba alejada de otras poblaciones, los feligreses pidieron que se construyera una iglesia y una ermita. En asamblea popular se ideó una virgen que se parecía a casi todas las vírgenes y se votó un nombre: ¡Nuestra Señora de la Nuclear” –decía uno-. ¡La Virgen del Perpetuo Perdón! –decía otra-. Al final, una mayoría votó por el nombre que había propuesto el elegido alcalde pedáneo: ¡la Virgen de la Serena Sonrisa! Encargaron la imagen de escayola a un reconocido escultor y los feligreses pudieron disfrutar dichosos de su propia devoción mariana… Hasta que un día se produjo un grave accidente en la central en el que perecieron todos los habitantes de la comarca y cualquier resto de vida biológica. Pasado el tiempo, cuando se dieron las condiciones para evaluar la tragedia humana y el desastre medioambiental, como en Chernobyl, y se pudo penetrar en la aldea con un mínimo de seguridad, un operario entró en la ermita y se encontró a la virgen intacta con su serena sonrisa.
Bueno, creo que podrás extraer la moraleja de la fábula aunque te puedo asegurar que hubo mucha gente que la pilló y se molestó. Pero yo me divertí mucho.
Besos, como algo y me voy al cine.
Yo también quiero a Cataluña, y a Extremadura y a Portugal. La diferencia con otras personas es que no me identifico con sus símbolos, emblemas e himnos. Todo eso son inventos de los hombres. Se crea el estado de las autonomías y se inventa una bandera en todas las comunidades que carecían históricamente de ella. Sin ir más lejos, aquí en el pueblo se creó un escudo con dos habas cruzadas. Por supuesto, yo no voy a escupir sobre ninguna enseña, mi ética personal me lo prohíbe, lo que hago es mostrar mi indiferencia, algo a lo que tengo derecho y que es tan libre y democrático como la opción de venerarlas que elige mucha gente.
A mí ningún político me va a ganar con las emociones, incendiando de manera pueril mis sentimientos, porque el sucio juego de la política siempre esconde intereses bastardos. Es decir, intereses personales o partidistas. Tenéis políticos que dicen: "Seguidme, yo os llevaré a la tierra prometida", pero lo único que buscan es su inmunidad, su enriquecimiento personal y el de su tribu de elegidos, y les importa muy poco llevar al suicidio colectivo a su pueblo. Aquí los políticos no dicen eso, pero dicen: “Vamos a hacer que Extremadura progrese, donde todo el mundo tenga las mismas oportunidades…”. Pero las personas medianamente inteligentes contestan: ¿tú qué vas a hacer? Harás una carretera, un puente, una rotonda… y creerás que con esto puedes dormir con la conciencia tranquila mientras ves cómo aumentan las desigualdades y el paro ronda el 30 % sin que se tomen medidas efectivas para paliar esa infamia porque vosotros vivís rodeados de un lujo asiático. No hay un solo político inocente en este país. Sólo buscan la autocomplacencia, un juego de poder en donde las personas no cuentan nada más que para depositar su voto en una urna.
Para terminar. Hablando de inventos. Hace tiempo escribí una cosita sobre las devociones marianas. Un historiador de Don Benito, Daniel Cortés, me dijo si tenía alguna información complementaria a la que él poseía sobre la Virgen de la Antigua. Le pase lo que tenía y escribió un artículo titulado “Tres devociones marianas”. Le comenté entonces que en España existían tantas advocaciones de la Virgen María como pueblos, que a pesar de que en el Salmos se decía no adorarás a símbolos e imágenes falsas –yo sí he leído la biblia-, pienso que eso es lo que se hace mayoritariamente e inventé una historia que, para resumir, trata de una aldea de nueva construcción creada para los familias de los trabajadores de una central nuclear cercana.
Como estaba alejada de otras poblaciones, los feligreses pidieron que se construyera una iglesia y una ermita. En asamblea popular se ideó una virgen que se parecía a casi todas las vírgenes y se votó un nombre: ¡Nuestra Señora de la Nuclear” –decía uno-. ¡La Virgen del Perpetuo Perdón! –decía otra-. Al final, una mayoría votó por el nombre que había propuesto el elegido alcalde pedáneo: ¡la Virgen de la Serena Sonrisa! Encargaron la imagen de escayola a un reconocido escultor y los feligreses pudieron disfrutar dichosos de su propia devoción mariana… Hasta que un día se produjo un grave accidente en la central en el que perecieron todos los habitantes de la comarca y cualquier resto de vida biológica. Pasado el tiempo, cuando se dieron las condiciones para evaluar la tragedia humana y el desastre medioambiental, como en Chernobyl, y se pudo penetrar en la aldea con un mínimo de seguridad, un operario entró en la ermita y se encontró a la virgen intacta con su serena sonrisa.
Bueno, creo que podrás extraer la moraleja de la fábula aunque te puedo asegurar que hubo mucha gente que la pilló y se molestó. Pero yo me divertí mucho.
Besos, como algo y me voy al cine.