Oigo a una tal Carme Forcadell, que debe de ser una de las voces autorizadas de esa componenda de partidos conforman el “Junts pel sí… pero no revueltos”, gritar: ¡Que se vayan fuera los bancos! Vaya, me digo, los independentistas ya no quieren ni a la Caixa.: solo que les curen de la peste española. Estoy seguro de que si los ciudadanos de las demás comunidades aprendieran catalán, esta gente acabarían odiando su propia lengua. Pero yo recuerdo lo que me dijo una vez un viejo anarquista de cien años, Matías, que en el otoño del 38 había dejado diseminado el paso del Ebro con trozos de carne de su propio cuerpo: "Cuan arriba la inundació, el primer que falta és l´aigua" (Cuando llega la inundación, lo primero que falta es el agua). Veremos, como estoy acomplejado porque sólo me expreso bien en un idioma que apenas lo hablan unos 500 millones de personas en todo el mundo, trataré de brindar con cava mañana –jornada de reflexión en la tierra de Dalí- y comerme aquí, en la tierra de Espronceda, unas sabrosas butifarras que me ha hecho llegar un amigo taxista y catalán, con el que me entiendo tan bien que parecemos almas gemelas.
Y brindaré por las personas que solo persiguen el objetivo común de crear un mundo cada vez mejor, más dulce y agradable, porque cada vez sean más pequeñas las desigualdades y porque nadie se sienta discriminado por su raza, sexo, creencias, lugar de nacimiento o condición social. Brindaré, en fin, por todos los catalanes honrados y solidarios que he conocido y conozco dándoles las gracias por ser tan amables, sintiéndome feliz por haberles encontrado.
Por cierto, hablando de oficios, me gustaría romper una lanza por las bordadoras de sabanitas. Ay, cuántos ajuares se han reunido con las dichosas sabanitas. Un trabajo míseramente pagado que ocasionaba dolencias físicas en la espalda, el cuello y los ojos… y que las resignadas bordadoras soportaban demostrando su fortaleza. Todavía me llega el eco del ruido de las máquinas de coser y creo verlas tras las rejas y ventanales, atentas a las canciones dedicadas de la radio. Como aquel día en que siendo yo un crío que todavía se comía los mocos, iba camino del “plao” para pegar unas patadas a la pelota y me encontré en la calle Cantarranas con una muchacha de apenas veinte años dibujando/bordando burritos y pajaritos en las sabanitas. Me miró y me dedicó una espléndida sonrisa mientras en la radio sonaba “Tu amor, mi amor” de Fórmula V, canción que enseguida busqué en la disco de mi primo Pascasio y vi que era la cara B del single “Busca un amor”. ¿Te gusta? Me dijo. Ahí queda eso por si aquella joven lee esto -cuarenta años después- y la evocación de aquel instante desenfadado e inocente, hace que, como me ocurre a mí, florezca de nuevo en sus labios aquella sonrisa:
Aunque estés lejos tú de mí, contigo sueño y soy feliz.
No importa la distancia, que exista entre nosotros,
si es verdadero nuestro amor.
Mi amor tu amor, tu amor mi amor, mi amor tu amor,
la la la la, aunque estés lejos tu de mi.
Si alguna vez muy sola estás, no tengas miedo porque hoy,
prometo ser distinto, pensar en ti tan sólo, serás mi única ilusión.
Mi amor tu amor, tu amor mi amor, mi amor tu amor.
Y brindaré por las personas que solo persiguen el objetivo común de crear un mundo cada vez mejor, más dulce y agradable, porque cada vez sean más pequeñas las desigualdades y porque nadie se sienta discriminado por su raza, sexo, creencias, lugar de nacimiento o condición social. Brindaré, en fin, por todos los catalanes honrados y solidarios que he conocido y conozco dándoles las gracias por ser tan amables, sintiéndome feliz por haberles encontrado.
Por cierto, hablando de oficios, me gustaría romper una lanza por las bordadoras de sabanitas. Ay, cuántos ajuares se han reunido con las dichosas sabanitas. Un trabajo míseramente pagado que ocasionaba dolencias físicas en la espalda, el cuello y los ojos… y que las resignadas bordadoras soportaban demostrando su fortaleza. Todavía me llega el eco del ruido de las máquinas de coser y creo verlas tras las rejas y ventanales, atentas a las canciones dedicadas de la radio. Como aquel día en que siendo yo un crío que todavía se comía los mocos, iba camino del “plao” para pegar unas patadas a la pelota y me encontré en la calle Cantarranas con una muchacha de apenas veinte años dibujando/bordando burritos y pajaritos en las sabanitas. Me miró y me dedicó una espléndida sonrisa mientras en la radio sonaba “Tu amor, mi amor” de Fórmula V, canción que enseguida busqué en la disco de mi primo Pascasio y vi que era la cara B del single “Busca un amor”. ¿Te gusta? Me dijo. Ahí queda eso por si aquella joven lee esto -cuarenta años después- y la evocación de aquel instante desenfadado e inocente, hace que, como me ocurre a mí, florezca de nuevo en sus labios aquella sonrisa:
Aunque estés lejos tú de mí, contigo sueño y soy feliz.
No importa la distancia, que exista entre nosotros,
si es verdadero nuestro amor.
Mi amor tu amor, tu amor mi amor, mi amor tu amor,
la la la la, aunque estés lejos tu de mi.
Si alguna vez muy sola estás, no tengas miedo porque hoy,
prometo ser distinto, pensar en ti tan sólo, serás mi única ilusión.
Mi amor tu amor, tu amor mi amor, mi amor tu amor.
Me parece que he marcado algo que no tenia que haber marcado, si es asi no hagas caso. Como siempre hermano, me deja perpleja tu memoria. Me has recordado temas que estan en mi mente pero afloran de cuando en cuando. Lo de las sabanitas y la radio escuhando los mensajes acompañado de la peticion de la cancion que cada uno queria escuchar. Casi todas las peticiones eran de chicas y a mi me encantaba, siempre esperaba que alguien pidiera alguna de Raphael. Luego la cancion de formula v, entrañable y preciosa. Respecto al tema de cataluña, aunque no quiero entrar en esta polemica, si dire que los catalanes lo que estan hartos es de que se les ningunee y se les insulte, sobre todo por ese gobierno central cuyo presidente ha demostrado ser un pardillo delante de toda españa. Su manera de quejarse y de que se les escuche es del modo que lo han hecho. Antes pocos catalanes se habian planteado la independencia. Pero es verdad que en el resto de españa tienen una fama que no se merecen. Tu has vivido aqui y lo sabes. Son respetuosos con todos. Los que hablan mal la mayoria ni conocen esto y eso es asi. Un beso de tu hermana
Bueno, entenderás, Joaqui, que los independentistas tampoco han ayudado mucho en su misión de ser amados y comprendidos con frases de un tufo xenófobo absolutamente repugnante como "Apadrina a un extremeño". Un hombre debería ser igual a otro hombre en cualquier parte, y nadie negará que si existe una comunidad olvidada por los dioses, mísera (lo dice la UE) y con mayores problemas endémicos y estructurales, esa es Extremadura. tendríamos motivos más que sobrados para la rebelión brutal y el victimismo debido a lo insolidario que se ha sido siempre con esta tierra y lo poco que le importamos a nadie. En cualquier caso los independentistas siempre han tenido una fijación con los extremeños (recuerdo que lo que más abundan allí son los andaluces y donde hay más extremeños es en Madrid), tengo aquí un rosario de frases obscenas, disonantes, para demostrarlo. No lo sé, tal vez sea porque les hubiera gustado ser ellos quienes descubrieran América y en lugar de encontrarse con que el catalán lo hablan 4 o 5 millones de personas lo hablarían 500. Ya he reconocido que el catalán me parece un idioma hermoso aunque yo prefiera (por las posibilidades que me ofrece) mi lengua materna, que Cataluña es una tierra rebosante de gente cabal, trabajadora y honrada, y que no voy a olvidar nunca los años vividos allí. Espero que vosotros tengáis presente también el delirio, las alucinaciones y la estupidez de los que allí mecen la cuna.
También estoy dispuesto a reconocer que seguramente comapartiría más afinidades culturales o intelectuales con un barcelonés o un madrileño que con los habitantes de los ámbitos rurales, pero eso no es importante, carece de valor si lo comparamos con el respeto y la igualdad de recursos y oportunidades que debe existir entre todos los pueblos que conforman esta vasta y ancestral piel de toro: soy y seré siempre mucho más solidario con un albañil -trabajador o en paro- que con un burgués que suspira por la independencia. Ya he explicado en otras ocasiones lo que pienso sobre el Estado de las Autonomías: sólo sirvió para multiplicar los chupóteros abrazados a las ubres de la mamandurria. Por lo demás, han repartido la misma miseria que en épocas oscuras de nuestro pasado. Extremadura sufre un vació demográfico estremecedor, y de eso tienen la culpa los que nos gobiernan ahora y los que nos han gobernado en los últimos 35 años: un millón cien mil personas en en 41.645 km2, es decir en la mitad de terreno de un país como Portugal (diez millones de habitantes), contamos cinco veces menos habitantes. Rajoy es un político mediocre, y tal vez ya un cadáver político, pero poco tiene que ver con las aspiraciones de esos abanderados del independentismo, el conflicto seguirá existiendo con cualquier político de cualquier signo en el gobierno central: a un independentista sólo le satisface la independencia. ¿Para qué? Para tapar la corrupción allí donde no les alcancen las leyes del Estado, para mangonear a su antojo, para presumir de una identidad que a los demás nos parece óxido, hollín, en un mundo cada vez más abierto y globalizado. Ya dije que Artur Mas era un hombre de paja que sólo serviría para ser quemado en el intento. Todo se ha cumplido. Mas, un gafe de mucho cuidado, será arrojado muy pronto al desguace de la historia y con él los restos de de esa antigualla llamada Convergencia, absorbida, triturada por la izquierda más ultramontana. Ese será todo su mérito; haber ido de victoria en victoria hasta la derrota final.
Es verdad, hay gente que me ha comentado lo mismo que tú de las sabanitas. Pues un día podrías contar cómo tú y un grupo de chicas del pueblo fuistéis las pioneras en la estrategia de márketing y la promoción del detergente Ariel, yo era muy pequeño pero lo recuerdo bien. Sería interesante.
Besos y cuídate mucho.
También estoy dispuesto a reconocer que seguramente comapartiría más afinidades culturales o intelectuales con un barcelonés o un madrileño que con los habitantes de los ámbitos rurales, pero eso no es importante, carece de valor si lo comparamos con el respeto y la igualdad de recursos y oportunidades que debe existir entre todos los pueblos que conforman esta vasta y ancestral piel de toro: soy y seré siempre mucho más solidario con un albañil -trabajador o en paro- que con un burgués que suspira por la independencia. Ya he explicado en otras ocasiones lo que pienso sobre el Estado de las Autonomías: sólo sirvió para multiplicar los chupóteros abrazados a las ubres de la mamandurria. Por lo demás, han repartido la misma miseria que en épocas oscuras de nuestro pasado. Extremadura sufre un vació demográfico estremecedor, y de eso tienen la culpa los que nos gobiernan ahora y los que nos han gobernado en los últimos 35 años: un millón cien mil personas en en 41.645 km2, es decir en la mitad de terreno de un país como Portugal (diez millones de habitantes), contamos cinco veces menos habitantes. Rajoy es un político mediocre, y tal vez ya un cadáver político, pero poco tiene que ver con las aspiraciones de esos abanderados del independentismo, el conflicto seguirá existiendo con cualquier político de cualquier signo en el gobierno central: a un independentista sólo le satisface la independencia. ¿Para qué? Para tapar la corrupción allí donde no les alcancen las leyes del Estado, para mangonear a su antojo, para presumir de una identidad que a los demás nos parece óxido, hollín, en un mundo cada vez más abierto y globalizado. Ya dije que Artur Mas era un hombre de paja que sólo serviría para ser quemado en el intento. Todo se ha cumplido. Mas, un gafe de mucho cuidado, será arrojado muy pronto al desguace de la historia y con él los restos de de esa antigualla llamada Convergencia, absorbida, triturada por la izquierda más ultramontana. Ese será todo su mérito; haber ido de victoria en victoria hasta la derrota final.
Es verdad, hay gente que me ha comentado lo mismo que tú de las sabanitas. Pues un día podrías contar cómo tú y un grupo de chicas del pueblo fuistéis las pioneras en la estrategia de márketing y la promoción del detergente Ariel, yo era muy pequeño pero lo recuerdo bien. Sería interesante.
Besos y cuídate mucho.