Me encuentro con mi amigo Jaime tomando un café en Los Espartanos mientras leo la siguiente noticia en un digital: “El rey Juan Carlos I y Corinna compartieron un lujoso dúplex en Suiza durante tres años”. Me pregunta Jaime:
- ¿Y qué hacían?
-Supongo, que ver la tele, abrigaditos con una manta. Darse masajes en los pies mutuamente…
-Bueno –me dice socarrón-, tal vez acompañados de una amiguita de color azul llamada Viagra. Oye, Pedro, si se pudiera rodar una película porno con la emputecida vida de mil amantes de este rey Campechano. ¿Cómo la titularías?
-Mnnnnnnnnn, “Lléname de satisfacción”, ahora se entiende lo de sus rodillas tan cascadas. Su espontánea risa hace que me escupa el café en la sudadera.
-Joder, Jaime…
-Perdona, ves por lo que siempre me apetece echar un rato contigo. Son mis primeras risas en un día malo.
-Bueno, con la cazadora no se ve. ¡Hay que ver cómo se lo montan estos Borbones católicos, eh! El camarero, comienza a gritar hurras al Rey Emérito y Campechano sirviendo una ronda de chupitos.
-La cosa no le hará tanta gracia a Doña Sofía, a la que según cuentan le llegó a tirar una vez una sopera. Se acabó, comienza la peli.
- ¿Y qué hacían?
-Supongo, que ver la tele, abrigaditos con una manta. Darse masajes en los pies mutuamente…
-Bueno –me dice socarrón-, tal vez acompañados de una amiguita de color azul llamada Viagra. Oye, Pedro, si se pudiera rodar una película porno con la emputecida vida de mil amantes de este rey Campechano. ¿Cómo la titularías?
-Mnnnnnnnnn, “Lléname de satisfacción”, ahora se entiende lo de sus rodillas tan cascadas. Su espontánea risa hace que me escupa el café en la sudadera.
-Joder, Jaime…
-Perdona, ves por lo que siempre me apetece echar un rato contigo. Son mis primeras risas en un día malo.
-Bueno, con la cazadora no se ve. ¡Hay que ver cómo se lo montan estos Borbones católicos, eh! El camarero, comienza a gritar hurras al Rey Emérito y Campechano sirviendo una ronda de chupitos.
-La cosa no le hará tanta gracia a Doña Sofía, a la que según cuentan le llegó a tirar una vez una sopera. Se acabó, comienza la peli.