Por fin, esto también lo tenía pendiente, mañana voy a cocinar un caldo molinero; una sopa jabeñísima donde las haya que, además de exquisita y económica, es mu afrodisíaca: ojo con ella, que ya estoy viendo a algún jabeño hecho un berraco. Traigo aquí la receta por ese miedo que tengo a que nada de lo nuestro se pierda en los recovecos de la memoria.
-Se pone un perol al fuego y cuantito empiece a jumear se le echa un vaso mediano de aceite; se le añade media cebolla troceada en cuatro o cinco cachos que, una vez que se dore y deje su sabor en el aceite, durante unos minutos, se retira escurrida (usa cuchara de palo para cocinar esta sopa).
-Al aceite caliente -con el fuego bajo- se le añade una cucharadita (de las de café) de pimentón dulce y media más del picante, que sea de la Vera, se remueve en seguida porque si no… se nos quema. Cuidao con el picante que lo que pica en la boca, aluego pica en el estómago y en el final de las tripas, que no es otra cosa quel culo.
-Se añaden dos cucharadas soperas de harina de trigo (tanto Vito como el Toli la tienen buenísima), no dejéis de romover la harina que en dos minutos adquirirá un color rojo precioso: como las mejillas de las jabeñas cuando en las matanzas beben pitarra.
-Se añaden dos vasos de agua, poco más de medio litro o así, se remueve un poquito el fondo del perol con la cuchara para que se mezclen las sustancias y se la deja que se caliente. Machacamos en el mortero dos dientes de ajo con una cucharadita de sal, lo disolvemos en una miaja de agua y lo echamos al perol. Remover de nuevo.
-Añadimos al agua una hoja de laurel, partimos a trocitos un cantellá de corteza de pan como para hacer sopa y lo agregamos al líquido. Por último, espolvoreamos un poquito de comino sobre el líquido y lo removemos y mareamos con cariño, dejándolo que hierva durante diez minutos. Lo reguláis de sal y ya tenéis hecho un caldo molinero, jabeñas de mi corazón. Salen cuatro platos jondos de sopa.
(Una jabeña despierta, generosa y buena cocinera, es la que me ha facilitado la receta: espero haberla entendido bien, ya lo comentaremos por aquí)
Caproveche y mu buenas noches a to el jabeñerío,
-Se pone un perol al fuego y cuantito empiece a jumear se le echa un vaso mediano de aceite; se le añade media cebolla troceada en cuatro o cinco cachos que, una vez que se dore y deje su sabor en el aceite, durante unos minutos, se retira escurrida (usa cuchara de palo para cocinar esta sopa).
-Al aceite caliente -con el fuego bajo- se le añade una cucharadita (de las de café) de pimentón dulce y media más del picante, que sea de la Vera, se remueve en seguida porque si no… se nos quema. Cuidao con el picante que lo que pica en la boca, aluego pica en el estómago y en el final de las tripas, que no es otra cosa quel culo.
-Se añaden dos cucharadas soperas de harina de trigo (tanto Vito como el Toli la tienen buenísima), no dejéis de romover la harina que en dos minutos adquirirá un color rojo precioso: como las mejillas de las jabeñas cuando en las matanzas beben pitarra.
-Se añaden dos vasos de agua, poco más de medio litro o así, se remueve un poquito el fondo del perol con la cuchara para que se mezclen las sustancias y se la deja que se caliente. Machacamos en el mortero dos dientes de ajo con una cucharadita de sal, lo disolvemos en una miaja de agua y lo echamos al perol. Remover de nuevo.
-Añadimos al agua una hoja de laurel, partimos a trocitos un cantellá de corteza de pan como para hacer sopa y lo agregamos al líquido. Por último, espolvoreamos un poquito de comino sobre el líquido y lo removemos y mareamos con cariño, dejándolo que hierva durante diez minutos. Lo reguláis de sal y ya tenéis hecho un caldo molinero, jabeñas de mi corazón. Salen cuatro platos jondos de sopa.
(Una jabeña despierta, generosa y buena cocinera, es la que me ha facilitado la receta: espero haberla entendido bien, ya lo comentaremos por aquí)
Caproveche y mu buenas noches a to el jabeñerío,