LA HABA. AYER Y HOY (Breve ensayo de historia)
AUTOR: Antonio Reseco González
AÑO: Junio de 1977
(Capítulo 14)
ACTUALIDAD ECONÓMICA
El campo fue siempre la fuente de medios de vida para este vecindario. Y sigue siendo casi la única ahora también.
Se cultivan cereales, legumbres, olivo y algunas vides.
También se cultivan algunas frutas de verano, entre las que sobresale el melón que llega hasta Barcelona los años de buena cosecha.
Hay ganadería en buenos rebaños, sobre todo lanar, vaca y cabra, y cerdos.
Las industrias brillan por su ausencia. A no ser que llamemos industrias a las cuatro carnicerías que en realidad abastecen, no solo a este vecindario, sino también a muchos forasteros que vienen a comprar incluso para luego revender en Don Benito o Villanueva. Matan, sobre todo, cerdos, cuyos magros son los más cotizados.
La recolección de los cereales proporciona pocos puestos de trabajo a los 300 o más obreros que hay en el pueblo. Pero no pasa lo mismo con las campañas conserveras de tomates y pimientos, peras y melocotón. Pues estas industrias enclavadas en Don Benito, Villanueva, Valdivia, etc., absorbe toda la mano de obra que hay en la comarca, incluso femenina. Claro, que son solo tres meses.
El Ayuntamiento trae entre manos una serie de realizaciones, a base de subvenciones estatales, que proporciona empleo y sueldo a un buen número de parados durante los meses de todo el año. Estas obras son de urbanización y saneamiento.
También trae al pueblo algunos ingresos la celebración de las fiestas a que antes hicimos alusión, sobre todo en agosto.
Las almazaras dan una temporada de trabajo a un reducido número de obreros. Así como las distintas campañas agrícolas en los riegos del Plan Badajoz.
Los que no encuentran trabajo en estos pocos momentos y lugares de estos contornos, se ven obligados a emigrar, generalmente a Barcelona y alrededores, donde ya tienen sistema del “paro obrero” soluciona de momento este problema.
Es una verdadera lástima que una tercera parte del término esté concentrada en la propiedad de unos pocos señores que además ni residen ni nacieron en esta villa.
Son capitales que emigran, es una auténtica sangría económica para esta pobre villa, pues el campo sigue siendo su principal fuente de riqueza.
Falta que anotar los raídos sueldecitos que recavan las jovencitas de nuestra villa bordando sábanas de cunas para un señor mayorista de Villanueva. Esto es la razón de que la juventud femenina no emigre. Y casi podríamos decir que todas las solteras y algunas casadas dedican muchas horas del día y hasta de la noche a este escasamente remunerado trabajo.
Posee La Haba cuatro corresponsalías de banco.
AUTOR: Antonio Reseco González
AÑO: Junio de 1977
(Capítulo 14)
ACTUALIDAD ECONÓMICA
El campo fue siempre la fuente de medios de vida para este vecindario. Y sigue siendo casi la única ahora también.
Se cultivan cereales, legumbres, olivo y algunas vides.
También se cultivan algunas frutas de verano, entre las que sobresale el melón que llega hasta Barcelona los años de buena cosecha.
Hay ganadería en buenos rebaños, sobre todo lanar, vaca y cabra, y cerdos.
Las industrias brillan por su ausencia. A no ser que llamemos industrias a las cuatro carnicerías que en realidad abastecen, no solo a este vecindario, sino también a muchos forasteros que vienen a comprar incluso para luego revender en Don Benito o Villanueva. Matan, sobre todo, cerdos, cuyos magros son los más cotizados.
La recolección de los cereales proporciona pocos puestos de trabajo a los 300 o más obreros que hay en el pueblo. Pero no pasa lo mismo con las campañas conserveras de tomates y pimientos, peras y melocotón. Pues estas industrias enclavadas en Don Benito, Villanueva, Valdivia, etc., absorbe toda la mano de obra que hay en la comarca, incluso femenina. Claro, que son solo tres meses.
El Ayuntamiento trae entre manos una serie de realizaciones, a base de subvenciones estatales, que proporciona empleo y sueldo a un buen número de parados durante los meses de todo el año. Estas obras son de urbanización y saneamiento.
También trae al pueblo algunos ingresos la celebración de las fiestas a que antes hicimos alusión, sobre todo en agosto.
Las almazaras dan una temporada de trabajo a un reducido número de obreros. Así como las distintas campañas agrícolas en los riegos del Plan Badajoz.
Los que no encuentran trabajo en estos pocos momentos y lugares de estos contornos, se ven obligados a emigrar, generalmente a Barcelona y alrededores, donde ya tienen sistema del “paro obrero” soluciona de momento este problema.
Es una verdadera lástima que una tercera parte del término esté concentrada en la propiedad de unos pocos señores que además ni residen ni nacieron en esta villa.
Son capitales que emigran, es una auténtica sangría económica para esta pobre villa, pues el campo sigue siendo su principal fuente de riqueza.
Falta que anotar los raídos sueldecitos que recavan las jovencitas de nuestra villa bordando sábanas de cunas para un señor mayorista de Villanueva. Esto es la razón de que la juventud femenina no emigre. Y casi podríamos decir que todas las solteras y algunas casadas dedican muchas horas del día y hasta de la noche a este escasamente remunerado trabajo.
Posee La Haba cuatro corresponsalías de banco.