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LA HABA: LA HABA. AYER Y HOY (Breve ensayo de historia)...

LA HABA. AYER Y HOY (Breve ensayo de historia)
AUTOR: Antonio Reseco González
AÑO: Junio de 1977
(Apéndice 1º/3ª parte)

Por su parte, el autor del cuadro mural que se encuentra expuesto en el interior del Camarín, no hizo una simple decoración. Es más bien una reproducción legendaria con más sentido y valor esotérico del que incluso el propio pintor suponía.
En el cuadro se ven:
a) Las grandes piedras al pie de la Señora. Una de las cuales a sido siempre venerada por los fieles con la idea de que es la piedra en que se posó la Señora para hablar con el pastor. En ella quedaron señaladas las huellas de los santos pies. Es pues, la Piedra Santa.
(Por estas tierras anduvieron los cultivadores de las religiones astrales, que construyeron Dolmenes, Crom-lench, Menhires, etc… Estos eran sus templos, sus piedras santas. Mas aún, los construían en esos lugares en que, como en el lugar de la “aparición”, se manifestaban más intensamente las fuerzas benéficas de la Naturaleza. Realidades que ahora no admite nuestra ciencia, porque para detectar tales beneficios se necesita gran desarrollo moral, del cual ahora carecemos. Por eso ha quedado todo este asunto relegado al ámbito de la religión, única manera actual de cultivar el espíritu, que pocos admiten. Más aún, en el Cristianismo la idea de piedra santa habla solo de una “peana” o pedestal que sirvió para sostener los pies de María. Ella vino a la Tierra con su Hijo Jesús en brazos para pedir a las gentes un poco más de espiritualidad cristiana, o para avisar del futuro desastre. Es realmente la manera más fácil de interpretar estas cosas).
b) También se ve junto al lugar del Encuentro un pozo, o fuente. Es la Fuente Santa, como popularmente se le llama. Efectivamente todos los lugares en que se venera la Señora poseen una fuente o pozo, bien sea Catedral, Basílica o Ermita. Como no falta el agua en cualquier lugar de peregrinación. Hay varias razones:
1º.- El agua es el elemento primordial de la vida. En el agua se manifiesta primero la vida en su proceso evolutivo, según ha descubierto la Ciencia moderna. En el agua uterina empieza la vida humana, son las aguas maternales en las cuales se gesta el ser humano y animal mamífero.
2º.- Toda operación alquímica comienza en el “agua mercurial” que contiene todos los elementos de la Gran Operación. El agua mercurial sirve igualmente para los demás pasos u “operaciones” de progreso, hasta llegar a formarse en el fondo de ella las estrellas del éxito final.
3º.- El elemento más conductor de las corrientes eléctricas es el agua. Y como las corrientes benéficas de la Naturaleza material son de tipo eléctrico desconocido, se comunican a los seres vivos y se manifiestan siempre mejor en los lugares húmedos. Por ello el agua resulta indispensable. Y al revés si un lugar se nota tales corrientes es señal de que allí hay agua.
4º.- En el Evangelio el agua del Jordán sirvió para el bautismo de Jesús, quien dentro del agua se manifestó como Mesías, quien salió del agua hecho Hijo de Dios. El agua por la misma razón sirvió siempre en la Liturgia católica para iniciar a los cristianos, es el agua bautismal. Al agua acompañó siempre el vino, como el cuerpo al espíritu durante la vida terrenal; fue Jesucristo en la Cena quien instituyó la Eucaristía con los elementos de pan, vino y agua, como la vida humana se compone de materia, espíritu y fuerzas astrales. El mismo compuesto material del cuerpo humano es en su mayor proporción agua.
5º.- El agua ha sido siempre por igual el símbolo más claro de toda la purificación que el hombre necesita, porque es elemento purificador número uno.
6º.- El agua es el gran disolvente de la Naturaleza, y es capaz de arrastrar todo lo positivo y lo negativo. Basta saber utilizar el agua para saber depositar las sustancias disueltas donde conviene en cada ocasión. Es pues esencial para el sabio el manejo del agua. El que no sabe manejar el agua está, pues, incapacitado para todo, para la vida ordinaria, para la limpieza, para alimentarse, para la alquimia, para las prácticas religiosas, etc…
Los no adeptos no entienden la razón de la “piedra sagrada” o “aba”, ni la razón de la “fuente santa”. El que no entiende solo lo acepta por fe, con riesgo de superstición. Pero los entendidos, los adeptos de las ciencias ocultas, lo entienden y por ello están en circunstancias de utilizarlo convenientemente.