PÁNICO EN LA PROCESIÓN DE LA VIRGEN DE LA SOLEDAD
Como sabrán muchos de nuestros amigos lectores, Badajoz fue noticia durante la pasada Semana Santa debido a que durante la Procesión del Silencio alguien golpeó fuertemente una puerta y el sonido sobresaltó de tal manera a la gente que inmediatamente pensaron que había sido una bomba y salieron en estampida en un sálvese quien pueda para huir de la carnicería. Algo normal, por otra parte, porque como es bien sabido, Extremadura siempre ha sido un objetivo cardinal de todo tipo de terrorismo a lo largo de la historia. Veo un vídeo con imágenes y entrevistas sobre lo acontecido durante el resperpéntico desbarajuste y con lo primero que me encuentro es con una mujer en estado histérico, llorando e incapaz de controlar el pánico. Veamos.
Habla un policía municipal: Vamos a ver. Tranquilícense. No ha pasado nada. Simplemente es una persona que ha golpeado una puerta… y cómo estamos cómo estamos… se ha pensado lo que no es. Por favor, los nazarenos, todo el mundo de la procesión… todo sigue igual, se pongan todos en su sitio, sigue todo correcto, estamos nosotros atendiendo a las personas y estamos todos perfectamente. Todo sigue como iba, ha sido simplemente una persona que ha golpeado una puerta y se ha montado ahí un barullo que con una calle tan estrecha… ha pasado lo que ha pasado. Seguimos disfrutando de la Semana Santa de Badajoz. Vale, muchas gracias y buenas noches.
Aplausos.
La entrevistadora se detiene para captar las impresiones de dos señoras que están sentadas en una terraza con cara de haber sufrido alguna catástrofe de dimensiones dantescas. Pregunta ¿dónde estaban ustedes cuando ha ocurrido y qué es lo que han visto?
-1ª señora: En la calle esa estrechina antes de entrar en San Juan. Nosotras íbamos alumbrando y de pronto ha venido una avalancha… y a mí me han metido contra una pared que no tenía escapatoria y me estaba asfixiando y a ella la han caído… yo ni la vi siquiera… y a mí contra una pared que no podía salir.
-2ª señora. Yo, el miedo que tenía yo es… ¡madre mía! Como venga esa avalancha nos tira, pero es que luego había también un niño en un carricoche y también lo han tirado
-Entrevistadora ¿Qué pensaban que era?
-1ª señora: Yo no sé, he recordado estos casos que pasan en la tele de las avalanchas… que me asfixiaban allí… que no tenía escapatoria… porque me libraba de uno y venía otro y otro y otro y me “estripaban” contra la pared ¡madre mía! Yo que tengo fobia… lo que he vivido.
La entrevistadora para a otra señora que pasa por la calle y le acerca el micrófono.
-Señora que camina por la calle: Y de repente ha empezado a entrar gente pisándose unos a otros, chocándose contra las ventanas… pero realmente no sabíamos lo que había pasado… unmmm… nos hemos asustado mucho porque pensábamos en principio que era una pelea, pero por lo visto dicen que es un golpe que ha sonado fuerte y nada más.
Ahora, la entrevistadora pone la alcachofa a dos hombres de edad avanzada que se encuentran en la puerta de un bar. Sólo habla uno de ellos y el otro asiente.
-Señor en la puerta de un bar: Estábamos aquí asomados fumándonos un cigarro cuando de pronto hemos visto venir a todo el mundo corriendo pero apelotonaos de aquí pacá… chillando… gritando y nosotros lo único que hemos hecho ha sido meternos dentro y cerrar la puerta con llave por el miedo de que la gente viniera y se quisiera meter ahí dentro y nos “estripáramos” tos. No ha pasao más na. Luego ya la gente se ha dispersao y han venido más despacio y hemos preguntao a unas personas… que si a alguien le ha dao un infarto… que si han gritao bomba… y con el tema que tenemos ahora de las bombas en los sitios estos, como por ejemplo lo último que ha pasao. Venía la gente pabajo y ¡madre mía! ¿Qué no habrá pasao ahí? Porque la gente venían locas… locas corriendo… chillando… por aquí… pallá… pa tos laos.
La narración es literal, y lo primero que hay que constatar es la extraña reputación de la que parecen gozar en la capital pacense los “estripamientos”; lo segundo, claro está, nuestra naturaleza histriónica que nos lleva a vislumbrar a una especie de hordas de zombies atropellándose y chocando contra las ventanas; y lo tercero, el carácter auxiliador y audaz de los que se encontraban fumando en la puerta del bar y al ver la “avalancha” se pusieron a buen resguardo cerrando la puerta con llave. La entrevistadora termina el reportaje del vídeo preguntando a un mando de la policía municipal qué es lo que le puede pasar al golpeador de puertas si le detienen. No se moja, pero dice que es una acción grave porque podía haber dado lugar a algún fallecimiento. ¿Y el humo que ha visto la gente? Bueno, eso era el incienso, contesta el policía. Es entonces cuando uno se imagina al golpeador de puertas ante la justicia y siendo condenado a 30 años y un día, a cumplir, si es posible, en Guantánamo, donde podrían torturarle “estripándole”, o ser despellejado y sumergido en una bañera rebosante de vinagre y sal. Ciertamente, en la historia de nuestro país se han producido algunos sucesos absurdos o delirantes durante las miles de procesiones que se celebran a lo largo y ancho de la geografía nacional, lo seguro es que ninguno de ellos ha dado lugar a un vídeo tan divertido como éste. Dejo la dirección: https://www. youtube. com/watch? v=Y46kEylbwQ4
Como sabrán muchos de nuestros amigos lectores, Badajoz fue noticia durante la pasada Semana Santa debido a que durante la Procesión del Silencio alguien golpeó fuertemente una puerta y el sonido sobresaltó de tal manera a la gente que inmediatamente pensaron que había sido una bomba y salieron en estampida en un sálvese quien pueda para huir de la carnicería. Algo normal, por otra parte, porque como es bien sabido, Extremadura siempre ha sido un objetivo cardinal de todo tipo de terrorismo a lo largo de la historia. Veo un vídeo con imágenes y entrevistas sobre lo acontecido durante el resperpéntico desbarajuste y con lo primero que me encuentro es con una mujer en estado histérico, llorando e incapaz de controlar el pánico. Veamos.
Habla un policía municipal: Vamos a ver. Tranquilícense. No ha pasado nada. Simplemente es una persona que ha golpeado una puerta… y cómo estamos cómo estamos… se ha pensado lo que no es. Por favor, los nazarenos, todo el mundo de la procesión… todo sigue igual, se pongan todos en su sitio, sigue todo correcto, estamos nosotros atendiendo a las personas y estamos todos perfectamente. Todo sigue como iba, ha sido simplemente una persona que ha golpeado una puerta y se ha montado ahí un barullo que con una calle tan estrecha… ha pasado lo que ha pasado. Seguimos disfrutando de la Semana Santa de Badajoz. Vale, muchas gracias y buenas noches.
Aplausos.
La entrevistadora se detiene para captar las impresiones de dos señoras que están sentadas en una terraza con cara de haber sufrido alguna catástrofe de dimensiones dantescas. Pregunta ¿dónde estaban ustedes cuando ha ocurrido y qué es lo que han visto?
-1ª señora: En la calle esa estrechina antes de entrar en San Juan. Nosotras íbamos alumbrando y de pronto ha venido una avalancha… y a mí me han metido contra una pared que no tenía escapatoria y me estaba asfixiando y a ella la han caído… yo ni la vi siquiera… y a mí contra una pared que no podía salir.
-2ª señora. Yo, el miedo que tenía yo es… ¡madre mía! Como venga esa avalancha nos tira, pero es que luego había también un niño en un carricoche y también lo han tirado
-Entrevistadora ¿Qué pensaban que era?
-1ª señora: Yo no sé, he recordado estos casos que pasan en la tele de las avalanchas… que me asfixiaban allí… que no tenía escapatoria… porque me libraba de uno y venía otro y otro y otro y me “estripaban” contra la pared ¡madre mía! Yo que tengo fobia… lo que he vivido.
La entrevistadora para a otra señora que pasa por la calle y le acerca el micrófono.
-Señora que camina por la calle: Y de repente ha empezado a entrar gente pisándose unos a otros, chocándose contra las ventanas… pero realmente no sabíamos lo que había pasado… unmmm… nos hemos asustado mucho porque pensábamos en principio que era una pelea, pero por lo visto dicen que es un golpe que ha sonado fuerte y nada más.
Ahora, la entrevistadora pone la alcachofa a dos hombres de edad avanzada que se encuentran en la puerta de un bar. Sólo habla uno de ellos y el otro asiente.
-Señor en la puerta de un bar: Estábamos aquí asomados fumándonos un cigarro cuando de pronto hemos visto venir a todo el mundo corriendo pero apelotonaos de aquí pacá… chillando… gritando y nosotros lo único que hemos hecho ha sido meternos dentro y cerrar la puerta con llave por el miedo de que la gente viniera y se quisiera meter ahí dentro y nos “estripáramos” tos. No ha pasao más na. Luego ya la gente se ha dispersao y han venido más despacio y hemos preguntao a unas personas… que si a alguien le ha dao un infarto… que si han gritao bomba… y con el tema que tenemos ahora de las bombas en los sitios estos, como por ejemplo lo último que ha pasao. Venía la gente pabajo y ¡madre mía! ¿Qué no habrá pasao ahí? Porque la gente venían locas… locas corriendo… chillando… por aquí… pallá… pa tos laos.
La narración es literal, y lo primero que hay que constatar es la extraña reputación de la que parecen gozar en la capital pacense los “estripamientos”; lo segundo, claro está, nuestra naturaleza histriónica que nos lleva a vislumbrar a una especie de hordas de zombies atropellándose y chocando contra las ventanas; y lo tercero, el carácter auxiliador y audaz de los que se encontraban fumando en la puerta del bar y al ver la “avalancha” se pusieron a buen resguardo cerrando la puerta con llave. La entrevistadora termina el reportaje del vídeo preguntando a un mando de la policía municipal qué es lo que le puede pasar al golpeador de puertas si le detienen. No se moja, pero dice que es una acción grave porque podía haber dado lugar a algún fallecimiento. ¿Y el humo que ha visto la gente? Bueno, eso era el incienso, contesta el policía. Es entonces cuando uno se imagina al golpeador de puertas ante la justicia y siendo condenado a 30 años y un día, a cumplir, si es posible, en Guantánamo, donde podrían torturarle “estripándole”, o ser despellejado y sumergido en una bañera rebosante de vinagre y sal. Ciertamente, en la historia de nuestro país se han producido algunos sucesos absurdos o delirantes durante las miles de procesiones que se celebran a lo largo y ancho de la geografía nacional, lo seguro es que ninguno de ellos ha dado lugar a un vídeo tan divertido como éste. Dejo la dirección: https://www. youtube. com/watch? v=Y46kEylbwQ4
Amigo Pedro Rodríguez Bermejo: me pongo en contacto contigo para informarte que el día 15 de octubre haremos un homenaje póstumo al primer Rector de la Universidad Laboral de Zamora. Padre Filadelfo Arce Díez. Creo sería un buen momento para hacer algo similar después del relevo después por parte de D. Manuel de Lorenzo Pajuelo, contando previamente con su familia si así lo estiman. Espero te pongas en contacto conmigo en: asanjuan@usal. es, para que sigamos conversando, el 21 de mayo daré una conferencia en Villanueva del Conde-Salamanca, después lo haré en Valladolid y en Benavente, y tengo pendiente próximamente un viaje a Paris. Como verás estoy bastante liado. Un abrazo y hasta pronto: Angel San Juan Marciel