Ya no merece la pena quejarse. Soy de LLera y me acuerdo de la destrucción del pilar aunque era muy pequeña todavia y creo recordar por algunos comentarios que escuché, que solo un señor mayor que ya ha muerto, se alzó en contra de semejante crimen contra nuestro patrimonio. Fue una verdadera pena, y todo para construir la casa de la cultura o de la incultura en todo caso.