¡TODOS A LA CÁRCEL!
Vivimos en una etapa complicada para dedicarse a la política. Yo no se lo aconsejaría a ningún
amigo, apostaría a que muchos líderes institucionales no tendrán un final
feliz y a que les cuesta conciliar el sueño sin la ayuda de algún lenitivo. La judicialización de la política –y la politización de la justicia- sigue siendo un tema espinoso que no admite soluciones simplistas ni demagógicas. En cualquier caso, nos hemos acostumbrado a desayunar todos los días con algún
circo ... (ver texto completo)