La construcción del
puente sobre el
rìo Guadiana (genitor urbis), y su prolongación en el trazado urbano de oeste a este, como decumanus maximus, condiciona la evolución de la estructura urbana y de su extenso territorio. Uno de los elementos que mejor definen la topografía de la ciudad será la
muralla perimetral (72 hectáreas), divisoria entre lo urbano y lo rural pero, al mismo tiempo, unión de personas y sociedades a través de las
puertas y
vías que en ella confluían para unir la capital de la Lusitania con las principales ciudades de Hispania: Cordvba, Caesaravgvsta, Asturica, Olissipo.... Estas vías salían de la ciudad a través de sus cuatro puertas monumentales, situadas en los extremos de las
calles más importantes: decumanus y kardo maximus. Las intervenciones arqueológicas en algunas de estas puertas (“
puerta de la Villa” y “puerta de Puente”) sitúan dos
torres de planta rectangular flanqueando el vano de acceso. Por su parte, decumani y kardines desembocan en portillos peatonales y otros vanos de distintas dimensiones para el tráfico rodado abiertos en la muralla.