El uso del
edificio durante varios siglos hizo necesarias algunas reformas. Así, en algún momento del siglo I d. C., ya fuera en época de la dinastía Julio-Claudia2 o de la posterior dinastía Flavia, se levantó el actual frente de escena, que se volvió a reformar entre los años 333 y 337 junto con la
vía que rodea el edificio. Debido en gran medida a la implantación oficial del cristianismo en el siglo IV, religión que consideraba inmorales las representaciones teatrales, el edificio dejó de utilizarse y fue abandonado. Con el paso del tiempo algunas de sus partes se derrumbaron y otras se cegaron con tierra. Durante siglos únicamente fue visible la parte superior de su graderío con las
bóvedas de los vomitorios hundidos, por lo que los habitantes de la ciudad creyeron ver siete grandes asientos, «Las siete sillas», donde según la leyenda se sentaban otros tantos reyes moros para deliberar sobre el destino de la ciudad. El nombre dinastía Julio-Claudia hace referencia a los cinco primeros emperadores
romanos emparentados con Julio César: Augusto, Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón. Gobernaron el Imperio
romano del 27 a. C. al 68 d. C., cuando el último de la línea sucesoria, Nerón, se suicidó. Estos cinco emperadores estaban unidos, por matrimonio y adopciones, con las gens Julia y Claudia. Aunque algunos historiadores sostienen que la dinastía fue fundada por Julio César —quien nunca fue emperador, pero sí ostentó un poder superior al de ellos y tuvo conexiones con los Claudios por medio del matrimonio de Augusto con Livia y de varios otros entre sus descendientes—, otros atribuyen el hecho a su sobrino-nieto Augusto. Por las venas de Augusto, Calígula, Claudio y Nerón corría la sangre de Julio César. Los Julio-Claudios también se hallaban emparentados con Marco Antonio. Por dinastía Flavia se conoce una casta de emperadores romanos. Comprendió a tres gobernantes que ocuparon el trono 27 años, lo que hizo de ella la más corta de las dinastías de emperadores romanos. Los tres pertenecieron a la gens
romana de los Flavii. Un vomitorio es un pasillo situado debajo o detrás de una grada de un anfiteatro o un estadio, a través del cual grandes multitudes pueden salir rápidamente al acabar el espectáculo. También pueden ser
vías para los actores con las que pueden entrar o salir del escenario. La palabra latina vomitorium, cuyo plural es vomitoria, deriva del verbo vomeo, vomere, vomitum, "vomitar".