De 1975 a hoy: En 1975, con motivo de la celebración del bimilenario de la ciudad, se crea por Decreto el
Museo Nacional de
Arte Romano. Éste es un punto de inflexión para la Institución, que al recibir la categoría de Museo Nacional, podrá aspirar a reclamar una nueva sede. Hubo varias propuestas que trataron de ubicarla en recintos arqueológicos de la talla de la Alcazaba o los Columbarios. Sin embargo y frente a los mismos, el por entonces aún director de la Institución, José Álvarez Sáenz de Buruaga, prefirió plantear la posibilidad de aproximarlo lo más posible a los dos
monumentos más visitados de la ciudad: el
Teatro y el Anfiteatro. Tras la adquisición de un solar contiguo a estos últimos, se encarga el proyecto al Rafael Moneo
Vallés, que con esta obra consagra la carrera profesional que haría de él uno de los arquitectos de más renombre de
España. El
edificio fue inaugurado por los Reyes de España el 19 de septiembre de 1986. Coincidiendo con el inicio de esta nueva andadura fue generosamente nutrido de profesionales, con el nuevo director, José María Álvarez Martínez, a la cabeza. También en estos momentos se crean dos organizaciones ligadas a la Institución: la Asociación de
Amigos del Museo y la Fundación de Estudios
Romanos. Desde entonces hasta ahora, el Museo Nacional de Arte Romano ha consolidado su papel, no sólo entre las colecciones arqueológicas españolas, sino también ante la comunidad científica internacional, gracias a su participación en diversos proyectos, así como a su involucración o la organización desde el mismo de múltiples encuentros internacionales.