Las últimas excavaciones fijan la construcción de esta domus a finales del s. I d. C., en época Flavia. No obstante, la
casa sufrió varias remodelaciones a lo largo de su vida e, incluso, un incendió, que destruyó parte del vestíbulo y de la zona de
tiendas a finales del s. II o mediados del s. III d. C. Las zonas afectadas por el incendio parecen que no volvieron a ser habitadas, aunque sí el resto de dependencias de la casa al menos hasta el s. IV d. C., cuando seguramente se abandonó de forma definitiva toda. Las primeras referencias historiográficas que encontramos de la “Casa del Mitreo” no son de carácter directo, sino más bien se refieren a la zona en la que ésta se sitúa: el cerro de
San Albín; y se las debemos a un hecho azaroso: la construcción de la
Plaza de Toros en ese mismo enclave entre los años 1902 y 1913. De la intervención arqueológica practicada en este solar, tenemos noticias en dos informes emitidos a finales de 1913: El primero de ellos es obra de Don José Ramón Melida, como sucede en otros insignes
monumentos emeritenses de época
romana. Mélida entregó a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando un informe donde daba cuenta de una serie de hallazgos escultóricos, como lápidas, aras,
estatuas y fragmentos constructivos, pertenecientes a un templo dedicado al culto del dios persa Mitra. El segundo es un acta de la Comisión Local de Excavaciones, dependiente de la Subcomisión Provincial de Monumentos.