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Casa del Mitreo, MERIDA

Además de esto, existen unas termas en la zona sureste de la casa, cuya vinculación o no con la casa del Mitreo no está del todo clara. Así pues, siguiendo esta estructura tripartita, vamos a realizar una descripción de las diferentes estancias de la casa: Vestibulum et Fauces. El atrio es el primer espacio abierto de la casa al que se tiene acceso desde la calle. A la domus se accedía desde su parte septentrional a través de un vestibulum, pavimentado en opus signinum y con un umbral en granito (que no se puede ver porque se encuentra enterrado bajo la zona de acceso a la visita del yacimiento), que daba paso a un corredor (las fauces) que conducía hasta el atrio tras bajar cuatro escalones de granito, que en la actualidad se nos presenta como acceso a la domus. Tabernae: A ambos lados de este corredor, se situaban dos tabernae, que no tienen conexión directa con la vivienda, lo que, por tanto, presupone una explotación independiente a la de los dueños de la casa. La situada a la derecha del vestíbulo parece que tuvo una función comercial. Sin embargo, la situada a la izquierda parece que fue un taller relacionado con la industria del hueso, dado que se han encontrado en este espacio numerosos restos cerámicos, varias piletas en opus signinum de diferentes tamaños y colocadas a distintas alturas y, sobre todo, gran cantidad de objetos de hueso bien ya elaborados, bien a medio trabajar o bien cortados y preparados para comenzar su fabricación. Atrium: El atrio es más propiamente un atriolum[1] que sigue el modelo del atrio tetrástilo itálico. El atrio cuenta con un estanque (compluvium) central cuadrado revestido en mármol moldurado con líneas horizontales que tiene en cada uno de sus ángulos una columna granítica de estilo dórico toscano, de las que sólo una de ellas se conserva entera. Estas cuatro columnas sostendrían la cubierta de la casa formando una abertura en el techo (impluvium) a través de la cual se recogería agua de lluvia en el estanque y proporcionaría luz y aire a la vivienda. Las paredes que rodean a este atrio están decoradas con pinturas que reproducen en forma de rombos la conocida imitación de crustae marmoreae, pero lamentablemente su estado de conservación no es bueno. A ambos lados del atrio se abren otras estancias. En la zona este del atrio, encontramos una estancia que se ha interpretado como un “hogar” o zona de cocina, cuyo suelo está situado algo más alto que el del atrio, dado que para acceder a ella hay que subir dos escalones de granito. Se trata de un espacio rectangular, paralelo a la pared exterior de la casa por el lado este, que tiene en lado interior de la casa un muro de mampostería, que tiene la misma altura que la que ascienden los escalones y sobre el que se sitúan tres bloques graníticos rectangulares colocados a intervalos regulares a modo de columnata o pórtico. En nuestra opinión, es muy probable que este fuera el lugar donde estaría ubicado el lararium, es decir, un pequeño altar sagrado donde se realizaban ofrendas y súplicas a los Lares (espíritus de los antepasados familiares que velaban por la casa y los distintos miembros de la familia). En efecto, aunque el larario, dependiendo de la vivienda, era de distintos tipos y tamaños e, incluso, en una casa grande podía haber más de uno, solía estar colocado normalmente junto a la cocina puesto que en el lararium permanecía siempre encendido el fuego sagrado del hogar. En la zona oeste del atrio, encontramos un angosto callejón (ala) entre lo que sería la pared exterior frontal de la vivienda y la habitación donde se encuentra el “Mosaico Cosmogónico”, que ha sido interpretada como un tablinum. Hacia el sur del atrio se abre un pasillo, cuyas paredes también se encuentran decoradas con pinturas, que también reproducen en forma de rombos la conocida imitación de crustae marmoreae, con orientación norte-sur y situado de manera perpendicular al vestibulum. Tablinum: El tablinum sería la habitación de la casa dedicada al negotium del señor: allí el pater familias o, en su caso, el dominus administraría sus negocios y demás asuntos públicos, recibiría visitas, etc. Al mismo tiempo, es muy probable que allí se encontrara el archivo familiar con sus documentos privados e, incluso, la biblioteca de la casa. Era, en definitiva, el despacho del señor. Este tablinum tiene una extensión de casi 50 m2 y su suelo está pavimentado por el famoso “Mosaico Cosmogónico”. Este mosaico, que presenta una excelente factura y un rico colorido, muestra una cosmografía alegórica del mundo al modo helenístico y desde una perspectiva filosófica, en la que se interrelacionan distintos elementos divinos y fuerzas de la naturaleza, dispuestas en tres niveles de modo jerárquico: cielo, tierra y mar, junto con algunas actividades humanas. El mosaico parece ser obra de un sirio y está fechado a finales s. II d. C. Este tablinum tiene una extensión de casi 50 m2 y su suelo está pavimentado por el famoso “Mosaico Cosmogónico”. Este mosaico, que presenta una excelente factura y un rico colorido, muestra una cosmografía alegórica del mundo al modo helenístico y desde una perspectiva filosófica, en la que se interrelacionan distintos elementos divinos y fuerzas de la naturaleza, dispuestas en tres niveles de modo jerárquico: cielo, tierra y mar, junto con algunas actividades humanas. El mosaico parece ser obra de un sirio y está fechado a finales s. II d. C. Siguiendo el eje norte-sur desde la entrada hacia el interior de la casa y avanzando a través del pasillo, que se abre desde el atrio, se accede, tras bajar tres escalones de granito, al peristilo. Este segundo patio es mayor en extensión que el primero y, de nuevo, en torno a el se abren otras estancias. Peristylum: El peristilo es un patio porticado con un estaque central en medio. El estanque (compluvium) está enlucido con pavimento impermeable de opus signinum similar al que encontramos en el resto del suelo del peristilo. Tiene una forma ligeramente rectangular y cuatro columnas en cada lado sobre las que se apoyaría el impluvio. Las columnas de granito tienen una base estucada en rojo y sus fustes están estriados. Se conserva un capitel decorado con hojas de acanto y dos pequeñas volutas. Entre las columnas y el estanque existe un pequeño espacio a modo de pasillo en el que puede observarse restos de las canalizaciones de agua que lo recorrían. Por su parte, las columnas están unidas por un murete a media altura de ladrillos, que tenía dos accesos: uno en el centro del lado oeste, en dirección al viridarium; y otro en el centro del lado norte, que constituye el extremo final de la línea perpendicular que se traza desde el vestíbulo hasta el peristilo pasado por el centro del atrio y siguiendo el pasillo. Las paredes del peristilo también conservan restos de pinturas. En la parte norte del peristylum, existen dos estancias: un cubiculum de uso familiar y la conocida como “habitación de las pinturas”. Cubiculum: Este cubiculum ha sido interpretado como una estancia de uso privado sin ninguna función clara. Las excavaciones que tuvieron lugar en 1994 evidencian que esta zona este de la casa, donde se sitúa el cubiculum, sufrió un incendio a mediados del siglo III d. C. Parece que estas dependencias no se reconstruyeron y dejaron de usarse, pese a que la casa siguió estando en uso durante más tiempo. Habitación de las pinturas: Esta habitación se considera que fue usada como comedor familiar (triclinium). Es conocida con este nombre dado que los restos de pinturas en sus paredes son los mejor conservados de toda la casa. En ella se pueden ver, prácticamente intactos, los restos de las pinturas murales del zócalo en tonos ocres y pastel y de parte de la zona media de las paredes, donde se representan grandes paneles rectangulares rojos separados por estrechas franjas verticales de fondo azulado, que están decoradas con candelabros. Según García Sandoval, este conjunto de pinturas pertenecería al “tercer estilo pompeyano”. El resto de dependencias y el corredor hacia el viridarium: Junto a estas tres estancias principales y bien definidas, existen otros espacios peor conocidos dado que se encuentran muy arrasados. Así, por ejemplo, hacia el oeste del peristilo existe una zona que se identifica como una habitación de uso privado de la que se conserva parte del pavimento, hecho con baldosas rectangulares de arcilla. Asimismo, desde el peristilo se abre un pasillo en dirección al siguiente patio: el viridarium, que sigue el eje este-oeste. Este pasillo, al que se accede tras descender dos nuevos escalos de granito, está delimitado por dos pequeños muros paralelos, que delimitan otras dependencias también poco conocidas. En efecto, tanto a la derecha como a la izquierda de este corredor en dirección al viridarium existen dos estancias independientes, aunque similares –pese a que la de la izquierda está mucho menos arrasada–, en las que sólo se conservan una serie de muretes paralelos con orientación norte-sur, que probablemente servirían para nivelar el terreno y colocar posteriormente el pavimento de las habitaciones que allí existirían. A nuestro entender, el gran problema que plantea esta zona es la interconexión con las termas, que están ubicadas al sur de la domus. Ciertamente, el espacio existente entre el peristilo y las termas se encuentra muy arrasado y en el sólo se conservan algunos restos de muros indefinidos que no permiten ver con claridad la existencia o no de un posible acceso desde el peristilo hasta las termas o bien sí este acceso se hacía desde la zona del viridarium.
(18 de Abril de 2019)