El
Convento de
San Andrés, también dominado de
Santo Domingo por su relación con la Orden de Predicadores, es un
edificio religioso situado en la ciudad de
Mérida. Está catalogado como Bien de Interés Cultural, con la categoría de
Monumento. La construcción del antiguo Convento se se inicia en 1571, sobre las
ruinas de un primitivo templo parroquial que, en la segunda mitad del siglo XV, pasó a ser
ermita dedicada a San Andrés, una vez anexionada la
parroquia a la actual
catedral. Las dificultades provocan que la construcción se dilatara en el tiempo con reconstrucciones y sucesivas ampliaciones, no finalizándose las obras del mismo hasta 1636. La
iglesia del convento fue diseñada en 1606 por el maestro emeritense Hernando de Contreras. Tras ser conluida Se hallaba exento de construcciones én sus ángulos Norte y Oeste, quedando el resto unido a otras construcciones. Exteriormente, la
fachada que cierra el complejo conventual, por la actual
Plaza de Santo Domingo, quedaba constituida por un amplio lienzo de muro labrado en sillería y mampuestos, formado en su ala derecha por el testero de la iglesia; y en la izquierda por el cierre de algunas dependencias y pabellones vivideros, en el que se abrían escasos y parcos huecos; resultando como elemento más importante del muro, la
portada, constituida por dos pares de
columnas de enfatizados tambores almohadillados de inspiración manierista, rematada por un fuerte dintel adovelado, sobre el que se dispone un entablamento de orden toscano en el que alternan metopas decoradas con sencillas
rosetones, y secuencia de trigliflos. El conjunto resulta severo y sencillo, rematándose con una
hornacina de estilo diferente, con elemental factura de ladrillo y cal, en la que se sitúa una imagen marmórea, de algo menos de un metro de altura, de Santo Domingo. Por debajo de la misma un
escudo con la
Cruz de Santiago y la siguiente leyenda: «Defendere Fidei Ordo Veritatis>>. La fachada del lado oeste del Convento estaba formada por la fachada principal de la Iglesia, correspondiente al lado de la Epístola, en la que como elemento más significativo de la misma se abría la portada, muy sencilla pero bien dibujada, con jambeado moldurado en
piedra y guardapolvo académico. En época posterior se añadió en este lado una construcción de dos plantas de mampostería y
bóvedas de aristas, junto a al cabecera de la iglesia, y, en su caso tapiales, quedando todo este lado cerrado a la
calle.