En el atrio de la Basílica se conserva el famoso «Hornito», el hito popular más destacado de la ciudad por su relación con el culto a la Mártir Eulalia. Según la
tradición se levanta sobre el lugar en el que sufriera martirio la
joven emeritense. En realidad, se trata de una
capilla votiva erigida para que los peregrinos pudieran orar ante la
santa a cualquier hora del día sin necesidad de acceder al interior del recinto basilical. Se destacan los restos reutilizados de un templo
romano dedicado al dios Marte donde puede apreciarse la inscripción: MARTI SACRVM VETTILLA PACVLI (consagrado a Marte. Vettilla, esposa de Páculo). El templo romano era un lugar de culto a los dioses en la Antigua Roma. Desde el estudio de la
arquitectura romana se conoce que este tipo de templo fue originario de las ideas conjuntas entre los templos etrusco y griego con planta rectangular. A través de los años fue modificando su estructura que en su origen tenía una base entre la cella o templo etrusco y el
pórtico de
columnas del templo griego. Difiere en el orden toscano descrito por Vitrubio que era cuadrado sobre un zócalo al que se accedía por una
escalera anterior o podium. Un buen lugar turísticoEn la mitología romana, Marte, en latín Mārs, tenía muchos atributos, era el dios de la guerra, la virilidad masculina, la violencia, la pasión, la sexualidad, el derramamiento de sangre, la valentía, patrón de los guerreros
romanos, del horror y victoria en las guerras, la perfección y la belleza. Era hijo de Júpiter en forma de
flor y de Juno. Se le representaba como a un guerrero con armadura y con un yelmo encrestado. El lobo y el pájaro carpintero eran sus símbolos. Era marido de Bellona y amante de Venus, con quien tuvo dos hijos: Fuga y Timor, respectivamente Deimos y Fobos para los griegos.