Las
fuentes arqueológicas. Los restos arqueológicos de la
iglesia de
Santa Eulalia se han descubierto y estudiado en los años 1989 a 1991 al realizar obras para renovar su suelo. Su estado en conjunto es muy fragmentario puesto que los
edificios sufrieron continuas etapas de abandono
ruina y reconstrucción y la iglesia se utilizó como
cementerio durante muchos siglos. Por ello su interpretación es difícil. También los objetos han llegado a nosotros muy fragmentados y revueltos. Los arqueólogos han tenido que ordenar y fechar estos restos de construcciones y objetos y reconstruir la forma y la función que tuvieron. En el año 875, bajo el dominio musulmán, la comunidad cristiana de
Mérida tuvo que emigrar a
Badajoz. La Basílica de Santa Eulalia, abandonada, debió arruinarse aunque no se perdió la memoria de su existencia. Tras la reconquista de la ciudad, la iglesia se reconstruyó en estilo
románico aprovechando parte de los muros de la antigua cabecera. los pilares,
puertas y
retablos se fueron haciendo después en distintos momentos. La iglesia fué de nuevo lugar privilegiado de enterramiento.