Mausoleos y sepulturas formaban esta necrópolis. Las sepulturas tenían un pequeño monticulo de
fábrica por encima del suelo que indicaba su presencia. Las sepulturas de la necrópolis aparecen muy destruidos, habiendo desaparecido el móticulo que las señalaba por el uso continuo del espacio funerario y por el robo en busca del mármol de sus cajas. Por ello de la mayoría sólo conocemos los restos y huellas conservados en los cimientos de la basílica posterior. Son de varios tipos, sarcófagos de mármol y cajas de ladrillos enlucidas o forradas de
placas de mármol. La inscripción sepulcral de Gregorio, Perpetua y Eleuterio. Aunque hubo que derruir los mausoleos para poder construir la basílica se conservó bajo su suelo la cripta del mayor de ellos, donde se siguió enterrando. En el rellano de su
escalera de acceso a aparecido una sepultura en cuya tapa se escribieron el nombre y fecha de los enterrados.