Con el esplendor del culto se compuso el Acta martirial o Passio por los años 586, cuyo texto más antiguo es el del siglo viii, que se conserva en la
Biblioteca de Turín (I, V, 3). La Passio Eulaliae mártiris fue escrita para satisfacer la piedad, tal vez por un monje del
monasterio de
Toledo y sus destinatarias las monjas del monasterio del
Santo Mario. En estas actas apócrifas se puede leer el nombre del padre, llamado Liberio; la villa rural a la que fue invitada por una hermana; el sacerdote Donato y el confesor Félix le acompañan en el retiro y en la oración; y la jurisdicción de Calpurniano, preese o gobernador de
Mérida. La mayor controversia la ha suscitado la localización de la villa, que la denomina Porciano o Ponciano, y que los historiadores ubican en cuatro sitios diferentes: junto a Aldea Moret (
Cáceres),
Santa Olalla de Cala (
Huelva), Villafranca de los Barros y Lobón (
Badajoz).