La sede arzobispal de
Mérida: En el siglo IV aparece el pontificado de Liberio que asistió al Concilio de Elvira (311) y al de Arlés (314). Fue el primer arzobispo de Mérida después del Edicto de Milán promulgado por Constantino el Grande (313). Le sucedió Florentino, de quien se conservan pocos datos. Hacia finales de esta centuria se sitúa el pontificado de Idacio, que persiguió junto con el Obispo Itacio de Oxonoba, al hereje Prisciliano y a sus partidarios (384-400) hasta conseguir su condena a muerte. Esto le ocasionó un duro enfrentamiento con sus feligreses, que terminaron por deponerle. Liberio fue obispo de Mérida (Hispania) desde finales del siglo III -aproximadamente desde el año 295 según indica Enrique Flórez- hasta el año 314, después de la persecución de Diocleciano. Lo que no se sabe con certeza es si hubo algún otro obispo entre Félix y Liberio. En el caso de no haber existido ninguno, el pontificado de Félix sería de los más prolongados. El nombre de «Liberio» como obispo emeritense figura en el «Concilio de Eliberi» al que asistieron diecinueve obispos. El ordinal que le da Enrique Flórez es el décimo mientras que episcopologios más antiguos lo ponen como el decimoquinto. Junto a los otros obispos asistentes decretaron los cánones de disciplina y observancia que eran tan necesarios y propios de los fervorosos obispos de los primeros tiempos del cristianismoEl Concilio de Elvira o de Iliberis fue el primer concilio que se celebró en Hispania Bætica por la
iglesia cristiana. Tuvo lugar en la ciudad de Ilíberis, la actual ciudad de
Granada transformada por entonces en un floreciente núcleo urbano conocido con el nombre de Florencia Iliberritana; en la actualidad no existe duda sobre la ubicación de la antigua Ilíberis o Iliberri en el
barrio del Albaicín de Granada, no en un lugar cercano a la misma como se creía en épocas pasadas. Ya en el siglo XIX, A. Fernández-Guerra (1816-1894), lo manifiesta claramente cuando escribe: “La basílica y sus muchas inscripciones dedicatorias demuestran que Iliberri existió en el Albaicín de Granada”.