La sede arzobispal de
Mérida: Continúa la sucesión con Antonio (445-449), que lucha contra maniqueos y priscilianistas; y Zenón (c 483), Vicario Apostólico en
España. Paulo de Mérida (530-560),
médico de origen griego, promovido a la Sede Arzobispal ya en el siglo VI y cuyo largo pontificado fue uno de los más comprometidos por la lucha contra los herejes arrianos, mayoritarios en la diócesis. Asoció a la Sede a su sobrino Fidel, que le sucedió al morir. Maniqueísmo es el nombre que recibe la religión universalista fundada por el sabio persa Mani, quien decía ser el último de los profetas enviados por Dios a la humanidad. Con el nombre de
Santos Padres de Mérida se denomina a los santos Pablo, Fidel y Masona, que fueron prelados de la ciudad de Emerita Augusta, actual Mérida, durante los siglos VI y VII, época de esplendor de la sede arzobispal emeritense. Su culto ha estado olvidado durante varios siglos sin embargo, el actual arzobispo de Mérida-
Badajoz, don Santiago García Aracil, ha recuperado para el santoral propio de la archidiócesis extremeña la memoria de estos santos obispos y arzobispos de Mérida, cuya festividad se celebra el 14 de noviembre. El arrianismo es una creencia cristiana no trinitaria. Afirma que Jesucristo fue creado por Dios Padre y está subordinado a él. Las enseñanzas arrianas fueron atribuidas a Arrio, un presbítero de Alejandría,
Egipto, y se oponen a las llamadas creencias ortodoxas acerca de la
naturaleza divina. La cristología arriana sostiene que el Hijo de Dios no existió siempre, sino que fue creado por Dios Padre. Esta creencia se basa en varios textos bíblicos, pero especialmente en un párrafo del Evangelio según
san Juan donde Jesús declara: