Me habla Arrastra Santos, mi abuelo. Se llamaba Rufino Vázquez Mesa y fue padre de mi madre, Encarnación Vázquez Gallego. El apodo le vino de joven, fue una adjudicación de las revueltas anarquistas de comienzos del siglo pasado. En el pueblo hicieron desatinos para contar y no acabar nunca; mi madre afirma que era un hombre fuerte pero respetuoso. Mi abuelo murió en el frente del Guadiana, perdido su cadaver en un lugar sin referentes. Dicen que fue en el combate de Medellín, cerca de Don Benito, lo describen como un combate de guerreros singulares…