Al Emigrao:
De mi
mína yo marché,
Cuando conocimiento no tenía,
Atrás dejé
paisajes marcianos,
Que en mi Tharsis yo veía.
Esos tónos, grises, rojos, y anaranjados,
Que en la tierra admiraría,
Los veía, en el
Cielo,
Esas tardes, largas, interminables,
Cuando niño era todavía,
Cuando jugaba, con otros, cuando por esas tierras corría,
Jugando con otros niños, ¡Ay que algarabia!
Como me deslumbraba el sol, cuando la tarde caía,
Cuando en el cielo tharsileño,
Un
espejo parecía,
Esa
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