En el recuerdo de los tres alamos frondosos que tuvo la laguna del santo, que vieron a tantas generaciones de jóvenes gatear y grabar su nombre.

Yo también he jugado muchas veces en esos tres arboles y me he metido de patas en la laguna a coger ranas, pero lo bien que nos lo pasábamos antes...
Bonita foto Gaspar, lo que pasa que la frondosidad de los álamos ese dia no estaba con ellos, luego si estuvieron muy frondosos, pero la foto está muy bien.