Museo Etnogáfico, ORELLANA LA VIEJA

En un lavandero como este, pero más grande, lavaban las mujeres la ropa. Estos pequeños se los regalaban las abuelas a las nietas cuando eran pequeñas indicándoles así cuál sería una de sus tares como mujer.
Qué graciosas las abuelitas, ya predestinaban a las nietas a trabajar como burras en la casa. Las podían haber regalado cuentos y libros, quizás ahora y antes las mujeres no hubieran pasado tantas penurias.
Estas "pilas", las he visto yo y de granito mi madre todavia tiene una, pero ya se acostumbro a la lavadora y la tiene de adorno en el "corral", o sea patio jajaja
ostras!
mi abuela, la madre del Porti nunca quiso una lavadora...
decia que ella se apañaba bien con su "frota frota", que es como lo llamaba ella, recuerdo las peleas que teniamos en vacaciones cuando yo iva al pueblo... porque yo no queria lavar la ropa en el dichoso "frota frota".