El domingo pasado, cuando me dirigía a abrir mi negocio, a eso de las 6 de la tarde, no pude resistir la tentación de echar unas fotos al paisaje que quedaban esas nubes rosadas y espesas que adornaban aun más el resplandor del cálido y apagado sol que quedaba a esas oras de la tarde, y aquí os dejo la muestra