Por fin llega Nicolás con los dichosos reporteros, casi dos horas esperándolos, menos mal que nos dimos un buen chapuzón mientras esperábamos, aunque con cuidado de no hacer nada y no ser vistos por la guardia civil, porque esto fue un caso excepcional, ya que las islas están protegidas y los bañistas tienen que olvidarse de bañarse en ellas, ya que se puede afectar gravemente a la
fauna que tenemos en la fona.