En esta
fotografia puede verse lo que queda del
lavadero arriba entre dos retoños de eucaliptus se encuentra el
pozo y la pendiente hacía llegar el
agua al lavadero, recuerdo muy bien el
color de aquel agua: era de un azul celeste difícil de describir " para los nostálgicos Orellanenses desperdigados a la fuerza por esos mundos de Dios con mis mejores recuerdos. Milord.