Estos carditos son los culpables de que el Cerro Gordo tenga esa tonalidad anaranjada. La
fotografía en cuestión esta hecha
camino a dicho cerro, a la izquierda la pared de la cerca los pizarrines y siguiendo al fondo la celebre peña de los corazones. Habría que averiguar si son del neolítico o un poco más allá en el tiempo. (Que conste que los carditos no están secos).