ORELLANA LA VIEJA: Puede que cruzar el Miravete no fuese malo si lo miramos...

Puede que cruzar el Miravete no fuese malo si lo miramos a nivel personal, a nivel individual; emigrar era necesario, nadie se fue porque le gustase, sino forzado por la necesidad y por las circunstancias. Ahora bien, si por el contrario lo miramos desde la óptica de Orellana, a nivel del pueblo en su conjunto, cruzar el Miravete fue nefasto, las repercusiones a la larga no han sido precisamente las mejores, sino todo lo contrario. Sirva un ejemplo: en la actualidad en Mallorca hay más orellanenses y descendientes de los mismos que habitantes hay censados en Orellana, si se analiza fríamente, esto es terrible, es tremendo; un porcentaje superior al cincuenta en la emigración. La población orellanense envejece a pasos agigantados, hay una media de quince nacimientos anuales...¡ quince!. Y no podemos decir que esto les pase a todos los pueblos, a todos los pueblos de nuestro entorno, no. ¿Quién no recuerda las calles de Orellana llenas de niños? ¿Qué futuro espera a Orellana siguiendo en esta línea? Y no nos engañemos: Orellana sigue bajando , ¿cuántos alumnos hay en el instituto? ¿se podrá mantener así? ¿Cuántas industrias se instalan en Orellana? El camping, el restaurante de la playa, hoy los abro, mañana los cierro, dentro de una semana ya veré...¿qué criterio se sigue? ¿por cierto, están abiertos? Hay cientos de casas vacías, pero no de una zona en concreto, de cualquier calle, el paisaje urbanístico es desolador. Eso sí, en vacaciones cambia la cosa.

No creo que esté siendo catastrofista, sino analizado una realidad y siendo consecuente con ella. Cualquiera que conozca o viva en Orellana sabe que esto es así.

A pesar de todo, no son tiempos de lamentos, aunque si de reflexión: ¿qué hacemos y hacia dónde vamos? Evidentemente y aunque parezca una contradicción con lo anteriormente expuesto, Orellana es un pueblo que tiene futuro, tiene muchos recursos infrautilizados, es un pueblo distinto a los de nuestro entorno y esa diferencia es la que habría que aprovechar, hay que ponerse a trabajar comenzando por los vecinos y terminado por las autoridades, o viceversa. Tenemos que creer más en nosotros mismos, encontrar nuestro punto de inflexión y a partir de ahí crecer.