ORELLANA LA VIEJA: Si señor, con mucha templanza.

Milord informa.
Crónica trapera del miércoles.
¡Hay que ver como esta últimamente el foro! Hasta con veladas amenazas judiciales. “posi que bamoh bien”. Yo que no entiendo de Leyes, (menos que San Juan de mujeres que ya es decir) siempre he creído que para una demanda de este tipo se necesitaban tres cosas por lo menos, pero una es imprescindible y predomina sobre las otras: a saber, nombre y apellidos del que infiere los insultos o difamaciones, y lo más importante es, nombre y apellidos del injuriado, porque un Juez lo desestimaría desde el principio por falta legal de nombre y mas si se trata de alias que judicialmente no son validas. En mi caso sería meter en el sumario a todas las carcomas del norte, que desde Galicia pasando por Asturias y las Vascongadas hasta Cataluña, tiene que haber millones. Menos mal que pueblos de España no se hace responsable de nuestros”berrinches”.
Cuantas cosas he aprendido en estos últimos días; entre las muchas cosas aprendidas diré que por esas calles de Dios (que unos tapan, cierran y abren a su antojo), se pasean unos Caciquillos modernos que bien merecían ocuparse de ellos, (o mandarlos a tirar piedras a la “Butrera”) sin que hasta la fecha se les haya molestado en nada. Por mi parte ya saben donde estoy y después de agradecer el cariñoso interés que por mi insignificante persona han tenido. Pues no voy a complacerlos contestando a sus insultos y requerimientos, que son poco más o menos como la zarria y porquerías que se tiran a la “rejilla”.
Los tiempos Caciquiles hace años que se terminaron en Orellana la Vieja en los que se prohibía el paso por tal o cual finca del Cacique de turno. Ahora se dice con más finura y amabilidad: “se prohíbe el paso”, ¿tapar calles de Orellana y abrir las del Norte?.
¿pero esto que es? Una chifladura o una tomadura de pelo?. Aprendan, aprendan a escribir que no saben ni escribir ni lo que dicen, y de paso cambiar de seudónimo que Orellana la Vieja no se merece que bajo su santo nombre se critique impunemente a ninguno de sus ciudadanos. Claro que a mi entender, es que sois unos grandísimos Guasones que estáis buscando un malvado desquite aprovechándoos de las circunstancias. Lo dicho cambien de seudónimo señores “tapen calles, puertas y ventanas “ y no abráis las del Norte que puede haber corriente de malos vientos y podemos coger un gran resfriado. Desde Orellana la Vieja. Víctor Sanz.
La Crónica Orellanense para el próximo Sabado.

Más le valiere a alguno hacer un examen de conciencia, cuando la luna en su fulgor le alumbra o si no hay luna alguna estrella le hace un guiño, o si está nublado, su rica imaginación se las podrá traer a presencia cada noche, antes de caer en los brazos de morfeo, para ver cuantas ofensas infligioles durante el día a aquellos que en nada le ofendieron, incluyendo a quienes siempre le tuvieron en alta estima. Si después de ese examen de conciencia no encontrara nada que reprocharse, entonces diría que tiene conciencia laxa. Algo así me enseñaban cuando en mi adolescencia, el insigne personaje destacaba ya por su simpatía y jovialidad..

Porque ¿habrase visto alguien más deslenguado contra quién ninguna ofensa le hizo? Y si ahora, con el discurrir del tiempo, el autor de rimas y leyendas que a todos nos solazaban, encontrase algo que le ofendiere, piense en lo que primaremente él hizo, piense en si su caminar por estos mundos virtuales no le estará haciendo perder la estima que por otras muchas cualidades mereciese.

Merece y todos deseamos reconocerle. Que basta con que publique una crónica en la que no intente zaherir a quienes en uso, que no abuso, de su libérrima voluntad deciden intervenir en este foro, a su modo y manera, sin meterse con nadie, para que ya todos, más pronto que tarde estemos ensalzando y alabando su escritura, sin escatimar elogios y elevándole a los altares en que siempre le tuvimos. Todo ello sin reparar en faltas de ortografía, sintáxis u otras cuestiones, menores para el merecimiento de la persona que todos deseamos que nos siga deleitando con su presencia jovial y de buen agrado, olvidando el avinagrado vigor con que cada mañana parece levantarse contra nuestros invitados del norte.

Que Diós, Alá o Belcebú nos le conserve mucho tiempo, pero que le conserve con sus mejores galas literarias para solazarnos, entreternos y disfrutar con su prosa sin necesidad de realizar embestidas contra quienes, si hiciera ese examen de conciencia de cada noche, vería que no lo merecen.

A Victor con cariño.

Si señor, con mucha templanza.