Cementerios que acogéis a todos nuestros difuntos, que por las noches pernoctan, estando ellos muy juntos. Todos juntos en silencio sin decir ni una palabra, es la cama que han cogido, al separarse del alma, almas que marcharon todas y subieron a los cielos, donde sube todo el mundo, los malos y hasta los buenos. Vestido de blanco puro están nuestros cementerios, de arboleda abundante, para darlos sombra a ellos, panteones como casas, donde familias enteras, todos allí descansan. Un ir y venir de gente, a visitar esas casas, para encontrarse con ellos, que de algunas forma faltan, para rezarles un rato y limpiarles el sepulcro, para que todo se que de limpio, blanco y pulcro. Vendrán a los cementerios desde los pueblos lejanos, a visitad a sus muertos, una vez todos los años.
¡Qué bueno eres Ramírez. ¡A ver si creas una sección de poemas.
Un abrazo.
Un abrazo.