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ORELLANA LA VIEJA: LAS COMIDAS BÁSICAS DE LA CASA DEL LABRADOR DE ORELLANA...

LAS COMIDAS BÁSICAS DE LA CASA DEL LABRADOR DE ORELLANA III, (“La merienda”, comida del mediodía)
- ¿“Has echado los garbanzos”?- Le pregunta al padre la mujer cuando ambos ya se han acostado. –“Si, en el azáfate grande y con un puñado de sal”- responde él.
Garbanzos del “Sevellar”, gordos y blandos, como las puchas, que permanecerán toda la noche en remojo y duplicarán su volumen. Por la mañana ella los “escamondará” quitándolos cuidadosamente todas las pajas y “chinatos” que quedaron cuando él los trilló en la era. Después, en un puchero de barro grande, los unirá a la morcilla lustre, si es que queda alguna de la matanza, el tocino veteado, el “mondejo”, embutido que se hacía con la carne de la cabeza, los huesos picados muy finos, y los guisos de las morcillas de hígado, una libra de falda de borrego que ha comprado en la plaza del puesto de la tía Margarita, la del tío Santos Collado y un trozo de hueso de jamón el (“sustanciero”) que da muy buen gusto.. Alimenta la lumbre y comienza la larga y lenta tarea de “cocer el puchero”; tres horas por lo menos, para que esté bueno, vigilado con celo para que no le falte el caldo y dándolo la vuelta hábilmente con movimientos rápidos cogiéndolo por las asas con un trapo para evitar que “ se pegue”. ¡Hay de aquella que la pegue el puchero ¡“Habrá estado dando a la “Singüeso” con las vecinas.
Lo primero que se come, una vez sentados todos en la mesa pequeña de la cocina, son las sopas hechas con pan rebanado y el caldo de los garbanzos. Después, en el mismo plato, generalmente común, se echan los garbanzos que se acompañan con cebollas frescas, cáscaras de naranjas, aceitunas… y pan tierno. Y lo último “ el condumio”. La madre reparte los trozos de tocino, morcilla y carne que le toca a cada uno … y todos se conforman. La ración de ella es la última y la más escasa. ¡Así son las madres ¡. Se terminará con una buena “tajá” de melón o con una ensalada de lechugas de la huerta de Claudio.
Por la tarde, los niños al salir de la escuela, pedirán la “merendilla” que normalmente consistirá en un buen trozo de morcilla patatera con pan o una “jícara “ de chocolate del cuarterón que compró la madre.” ¡Que sea de La Colonial”, mama, que trae cromos del futbolista ¡”, la había suplicado el hijo.
¿Para la cena?… cualquier cosa: un par de huevos fritos para el padre, todo un lujo (-“Cuando seas padre comerás huevos”- reza el dicho popular), unas verduras con un cacho de queso, unos cardillos o habas fritas, si es tiempo, o unos peces asados.