Los años se van llevando la vida
Los años “se van llevando la vida”.
El amor a esta edad no se deshoja: se enternece; no se apasiona: se entibia; no reluce: da paz. Nunca pierde su calor, ni su esencia, ni su dulzura, ni su luz. Se va traspasando hasta el final.
Aunque ya con los años todo desaparece, yo
en pie, mirando cómo mi tronco florece.
Aunque ya con los años sienta el final cercano,
que la muerte me encuentre con rosas en la mano.
Como el alma no muere para quien tanto ama,
dejaré que mi canto se quede en cada rama.
Y cuando llegue la muerte, furioso vendaval,
aunque se tronche el tallo, ¡se quedará el rosal!
Los años “se van llevando la vida”.
El amor a esta edad no se deshoja: se enternece; no se apasiona: se entibia; no reluce: da paz. Nunca pierde su calor, ni su esencia, ni su dulzura, ni su luz. Se va traspasando hasta el final.
Aunque ya con los años todo desaparece, yo
en pie, mirando cómo mi tronco florece.
Aunque ya con los años sienta el final cercano,
que la muerte me encuentre con rosas en la mano.
Como el alma no muere para quien tanto ama,
dejaré que mi canto se quede en cada rama.
Y cuando llegue la muerte, furioso vendaval,
aunque se tronche el tallo, ¡se quedará el rosal!