TRAVESURAS II
LOS ATAQUES.
“Los ataques” más que travesuras lo podíamos clasificar de verdaderas batallas campales. En el pueblo había varias “partías” cuya rivalidad era manifiesta y de vez en cuando había enfrentamientos entre ellas. Yo recuerdo las siguientes “partías”: la del ” Cerro”, la de “ La Plaza”, la de “La Corredera” la del “Calvario, la de ”La Laera”. y es posible que hubiera otras.
Para “Los ataques “ se empleaban las “jondas” (hondas) que nosotros mismos fabricábamos tejiendo diversos materiales: de cuerdas de pita, de lino y de trozos de cabos con los que los zapateros cosían los zapatos. Estos nos los proporcionaban los hijos de dichos artesanos y eran de las más valoradas. Una honda es pues una trenza que tiene en un extremo un “deil” que es donde se mete el dedo corazón, una “casilla” para albergar la piedra y termina en el otro extremo con lo que nosotros llamábamos “restallaero” por el ruido tan característico que hacía al lanzar el proyectil.
Provistos de tales armas, tan antiguas como el hombre, unas “partías” se enfrentaban a otras en diversos escenarios tales como “Las Eras del Santo”,”La “Butrera” “El Cerro Gordo” y” El Cerrillo el Fraile”. El día convenido los dos grupos tomaban posiciones y juntaban todas las piedras que podían y cuando uno de los “capitanes “ daba la voz ¡“Al ataque” ¡, la lluvia de piedras que silbaban entre los bandos era impresionante ¿Qué si llegaban a su objetivo? Muchas no pues si la contienda se dirimía a campo abierto, como era el caso de “Las Eras del Santo” o “el Cerrillo e Fraile” nos daba tiempo a esquivarlas y si era en los de demás sitios mencionados, buscábamos refugios detrás de las peñas. No obstante las “escalabraúras” y “pedruscazos” en diversas partes del cuerpo estaban a la orden del día. Aunque más de una vez estos “ataques “ tuvieron tintes dramáticos como aquella vez que se enfrentaban “Los de la Plaza” con otros que no recuerdo cuales fueron. Fue en el “Cerro Gordo” y Ángel Garrido,”Porrilla”, tío del forero Luis Manjón, estaba escondido detrás de una peña. De pronto silbó una piedra y fue a darle en la cabeza. Y el caso es que había sido disparada por uno de su bando como era Lolín. Perdió el conocimiento y ante la abundancia de sangre que manaba de la herida, nos asustamos mucho. Tuvo que ser trasladado, creo que en el camión de “Frasco”, a Villanueva donde se le curó pero estuvo a punto de morir. Como testigo permanente de aquel incidente le quedó un hoyo en un lado de la cabeza que yo tuve la ocasión de palpar, a instancias suyas y curiosidad mia, varias veces.
Entre las “partías” se les otorgaba un gran valor a los “gachos” (zurdos) por la puntería que con la honda hacían gala.”Gachos” famosos de aquella época fueron Felipe Ruiz “Cabritas” de los de “La Plaza” y Santiago Calzado de “Los del Calvario”.
En fin…“Los Ataques”… cosas de aquellos niños.
LOS ATAQUES.
“Los ataques” más que travesuras lo podíamos clasificar de verdaderas batallas campales. En el pueblo había varias “partías” cuya rivalidad era manifiesta y de vez en cuando había enfrentamientos entre ellas. Yo recuerdo las siguientes “partías”: la del ” Cerro”, la de “ La Plaza”, la de “La Corredera” la del “Calvario, la de ”La Laera”. y es posible que hubiera otras.
Para “Los ataques “ se empleaban las “jondas” (hondas) que nosotros mismos fabricábamos tejiendo diversos materiales: de cuerdas de pita, de lino y de trozos de cabos con los que los zapateros cosían los zapatos. Estos nos los proporcionaban los hijos de dichos artesanos y eran de las más valoradas. Una honda es pues una trenza que tiene en un extremo un “deil” que es donde se mete el dedo corazón, una “casilla” para albergar la piedra y termina en el otro extremo con lo que nosotros llamábamos “restallaero” por el ruido tan característico que hacía al lanzar el proyectil.
Provistos de tales armas, tan antiguas como el hombre, unas “partías” se enfrentaban a otras en diversos escenarios tales como “Las Eras del Santo”,”La “Butrera” “El Cerro Gordo” y” El Cerrillo el Fraile”. El día convenido los dos grupos tomaban posiciones y juntaban todas las piedras que podían y cuando uno de los “capitanes “ daba la voz ¡“Al ataque” ¡, la lluvia de piedras que silbaban entre los bandos era impresionante ¿Qué si llegaban a su objetivo? Muchas no pues si la contienda se dirimía a campo abierto, como era el caso de “Las Eras del Santo” o “el Cerrillo e Fraile” nos daba tiempo a esquivarlas y si era en los de demás sitios mencionados, buscábamos refugios detrás de las peñas. No obstante las “escalabraúras” y “pedruscazos” en diversas partes del cuerpo estaban a la orden del día. Aunque más de una vez estos “ataques “ tuvieron tintes dramáticos como aquella vez que se enfrentaban “Los de la Plaza” con otros que no recuerdo cuales fueron. Fue en el “Cerro Gordo” y Ángel Garrido,”Porrilla”, tío del forero Luis Manjón, estaba escondido detrás de una peña. De pronto silbó una piedra y fue a darle en la cabeza. Y el caso es que había sido disparada por uno de su bando como era Lolín. Perdió el conocimiento y ante la abundancia de sangre que manaba de la herida, nos asustamos mucho. Tuvo que ser trasladado, creo que en el camión de “Frasco”, a Villanueva donde se le curó pero estuvo a punto de morir. Como testigo permanente de aquel incidente le quedó un hoyo en un lado de la cabeza que yo tuve la ocasión de palpar, a instancias suyas y curiosidad mia, varias veces.
Entre las “partías” se les otorgaba un gran valor a los “gachos” (zurdos) por la puntería que con la honda hacían gala.”Gachos” famosos de aquella época fueron Felipe Ruiz “Cabritas” de los de “La Plaza” y Santiago Calzado de “Los del Calvario”.
En fin…“Los Ataques”… cosas de aquellos niños.
