Luz ahora 0,07209 €/kWh

ORELLANA LA VIEJA: MANOLO, “EL CHIQUITO”....

MANOLO, “EL CHIQUITO”.
- ¡Dios te lo pague hermano ¡-Le dijo una de las dos monjitas de la Caridad, que habían llegado a Orellana para pedir limosna, al dejar Manolo las maletas que traían en la pensión y que había transportado desde la parada de la “viajera”. –Déjese, hermana, y págueme usted que Dios no tiene en cuenta estas cosas tan chicas- la contestó Manolo reclamando el porte de las maletas.
Y es que nuestro personaje, de talla mediana, hercúleo pelo negro como el azabache, muy moreno, con los dientes ennegrecidos de fumar el tabaco “verde” de la Vera y el de aquellos cuarterones rojos, algo sucio y siempre muy mal vestido, era el carga y descarga del pueblo. Esperaba todos los días, en la calle Real, la llegada de las “viajeras” de Domínguez que venían de Villanueva y que traían de viajeros y bultos hasta en la baca. Viajantes y cualquiera que tuviera que transportar maletas eran sus clientes, como en el caso de las monjitas anteriores.
Muchas veces se iba con Demetrio Gallardo, que conducía el camión de “Frasco el General”, para descargar por los comercios las mercancías que había traído de Villanueva de la Serena o de D. Benito o con otro que le buscara, porque Manolo tenía mucha fuerza y la usaba en estos menesteres.
Pero al igual que las fuerzas siempre le acompañaban unas enormes ganas de comer. Se dice que día, por una apuesta, se comió cuarenta churros y estuvo a punto de reventar. Otro día, estando en el bar de Ponciano, llegaron unos forasteros preguntando por un veterinario que les reconociera un cerdo.” ¿Para qué necesitáis un veterinario estando aquí Manolo que, si le dais a probar un trozo de carne, os dirá si está buena o mala?”- comentó uno de los presentes. - ¡Hombre, si me preparáis un par de kilillos, eso está hecho•- contestó Manolo. Le privaba el chorizo y la morcilla acompañados pan “zorollo” (tierno y caliente), como él decía, y de vino aunque fuera “peleón”.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Manuel chiquito vivía en la calle Nueva (creo que se llamaba así), mas arriba de la "Gabilucha" y por debajo de la tia "Mirabeta", en esa calle vivían mis abuelos: Justa y José "el zapatero". Tenía un hermano menor que él, creo que se llamaba Angel. Me cuenta mi padre que en una ocasión estaba trabajando con los "prenseros" y llegando la hora de comer habian preparado una sarten de migas para los siete u ocho que eran, siguiendo el dicho que tantas veces he oido de que "quien no sirve para comer ... (ver texto completo)