Ofertas de luz y gas

ORELLANA LA VIEJA: UNA TARDE DE DOMINGO II...

UNA TARDE DE DOMINGO II

En la entrada de la plaza están sentados el tío “Resque” y su mujer ya muy viejecitos. En una mesa baja exponen su trabajo de toda la semana: apetitosos “pirulies” con un palo para cogerlos y pequeños discos color de fresa de caramelo. Compro uno de cada y me cuestan un real.
Dando vueltas por la plaza nos acercamos unos al kiosco del tío Paco otros al de Antonio “El Ciego”, que está al lado. Pocas perras quedan pero dan de sí para comprar una “medía” de pipas donde me gasto una perra gorda y, como ya hace uno sus pinitos con el tabaco, un cigarrillo de la marca “Peninsulares”, los más baratos, que eran tan fuertes que mi queridísimo amigo Juan Manuel (q. e. p. d.) los llamaba “los del tosío y el peo”, porque efectivamente, cuando dabas una chupá y te lo tragabas te provocaba estos dos manifestaciones sonoras.- “ Este le guardamos para el cine que allí está muy oscuro”- decía uno.-”Pues yo he comprao un vaso de garbanzos tostaos de la tía Patrocinio en vez del cigarro, que están mucho mejor”- dice otro.
Tres perras nos quedan ¿Qué hacemos con esto? Pues ir a la esquina de la calle Real y la plaza y comprar una medía de “americanas” (cacahuetes) y una barra de regaliz a Nemesio que está allí rodeados de mozalbetes. A algunos de mis amigos todavía le quedan unas perrillas para ir a la huerta que Claudio tiene cerca de “El Pilar” y gastárselas en “azafaifas” (azufaifas) o ciruelas que este hombre (mi padre) coge directamente de los árboles cuando los niños van a comprarlas.
Se ha gastado la peseta y la otra es para el cine que es lo que cuesta una entrada de “general” para ver la película “La Leona de Castilla” que la echan en el cine de verano de Valentín.

Plaza de Orellana, plaza de otros tiempos (los cincuenta), plaza entrañable, plaza de nuestra infancia.