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ORELLANA LA VIEJA: EL TRIGO....

EL TRIGO.

El trigo ha sido, desde tiempo inmemorial, el cereal más cultivado y valorado en nuestro pueblo no solo por ser la base de nuestra alimentación, sino porque fue utilizado por sus habitantes como moneda de cambio, daba valor a las tierras donde se criaba incluso influyó para que alguien formulara una de las hipótesis que circulan por ahí sobre el origen del nombre de Orellana haciéndolo derivar del latín “aurum” (oro) por ser esta la tonalidad que toman nuestros campos sembrados de trigo en el estío.
Efectivamente el trigo necesita para prosperar tierras como las de Orellana: arcillosas y profundas (“tierra gorda”) capaces de retener el agua de la lluvia como son las de los Sevellares, las del “Lejío de Acera” y “el Palazuelo”. Tierras muy aptas, por otra parte, para criar los riquísimos melones y garbanzos en su periodo de barbecho. Estas tierras son muy valoradas por los labradores tanto a la hora de comprarlas como al arredrarlas (ocho fanegas de trigo por cada fanega de tierra cada dos años pagaba el arrendatario al dueño).
En nuestro pueblo se sembraban principalmente dos clases de trigo:”el rubio” y el “cabezorro”. El primero tenía la mata más alta, espiga larga, unas “ráspas” o barbas de color dorado y grano alargado.. Producía una harina de primerísima calidad. El “cabezorro”, era más bajo, de color más oscuro, su espiga apenas tenía “raspas” y el grano era más pequeño y menudo. Hoy día se han sustituido por trigos de ciclos más cortos y mayor producción.
En tiempos de la postguerra, el Estado intervenía el trigo que se criaba. Cada agricultor tenía que entregar un cupo, según la tierra que tuviera, a llamada “Comarcá” o Servicio Nacional del Trigo, al precio que estaba estipulado y que era bastante bajo. Esto hizo que floreciera el estraperlo de este cereal para sacar algo más de rendimiento. En principio el acopio del trigo se hacía en el denominado “ Almacén” de D. Alfonso Ruiz que estaba al lado de donde hoy está la churrería del forero Josnauta. Después se trasladó a la “Fábrica” y más tarde al Silo que se construyó en la era de” La Cruz”.
El agricultor apartaba para comer la familia, para sembrar y para “Las igualas”; el resto lo llevaba a la “Comarcá”.
La escasez de dinero hacía que, en aquellos tiempos, casi todo se pagara con trigo. Como no había Seguridad Social, el labrador y su familia estaban igualados con el Médico y el Practicante por una cantidad de trigo anual. Del mismo modo, tenían igualas con los herreros, veterinarios, herradores, porqueros y zapateros pagaderas también con este cereal. Y, cómo no, con el trigo expresaban los labradores su agradecimiento al Cristo de la Capilla por el buen año de cosecha. Lo que ahora son flores, antes, en el ofertorio el día 14 de Septiembre, los hombres ofrecían su trigo al Cristo.
¡El trigo era alimento ¡¡El trigo era dinero ¡¡El trigo era oración ¡