Eran las 7:15 de la tarde, nos adelantabamos a la hora de la reunión prevista para las 19:30. Subimos hasta el primer piso y nos dispusimos a esperar a que fueran llegando los delegados convocados para comenzar la clase de formación; abajo nos habiamos cruzado con la que ahora es diputada en las Cortes Valencianas: Nuria Espi entonces secretaria general de la Federación de Comercio, iba con Tomas Casado presidente del comite de empresa de la desaparecida Galeprix y con Paco, el delegado de la sección sindical del sindicato en el Corte Ingles, aprovechaban el tiempo que faltaba para tomar un café. La sala estaba llena de pupitres de colegio mal alineados, en las dos pizarras que la presidían varias decenas de trazos perfetamente uniformes delataban la actividad que habia precedido a nuestra presencia, eran frases compuestas en la lengua que creara el doctor Zamenhof, en aquellos dias yo habia conocido de su existencia y del interes de algunos sectores por recuperar esa utopía.
Habia poca actividad en el local, cosa que nos extraño y apenas transcuridos unos minutos entró corriendo y con la cara desencajada Tomas Casado: han tomado el Parlamento, los militares han tomado el Parlamento, hay que abandonar los locales. Para antes de que acabara la frase aquella calma se tornó en un terremoto de acividad, decenas de folios eran metidos en cajas y sacados corriendo por las escaleras que daban la calle.
El trayecto que va de la plaza del Pais Valenciá al Parterre nos pareció eterno, llegamos al coche que deje aparcado unos minutos antes y los tres entramos al mismo tiempo, me habia sacado el carnet en Septiembre y hacia dos meses que tenia el coche: un seiscientos con mas teclas que un piano. La falta de experiencia y los nervios me hicieron saltar un bordillo en el que casi se queda clavado el "seilla". Desde Valencia fui a Paterna a dejar a los dos compañeros y cuando pasamos por el cuartel de Campamento salian camiones cargados de jovenes militares cuya cara es dificil de descibir ahora. Cuando llegue a casa me acerque hasta el ateneo y allí estaban Enrique y Eustiquio los dos curas obreros que colaboraban en el funcionamiento del local, hablamos unos momentos y nos fuimos, yo a casa en la que encendí la radio a la que estuve pegado toda la noche.
Todo esto lo recuerdo con gran claridad a pesar de que han pasado casi 30 años. De aquel intento de golpe nuestro sistema político salió fortalecido y sirvió para que muchas personas renovaran su compromiso con la defensa de la Libertad.
Habia poca actividad en el local, cosa que nos extraño y apenas transcuridos unos minutos entró corriendo y con la cara desencajada Tomas Casado: han tomado el Parlamento, los militares han tomado el Parlamento, hay que abandonar los locales. Para antes de que acabara la frase aquella calma se tornó en un terremoto de acividad, decenas de folios eran metidos en cajas y sacados corriendo por las escaleras que daban la calle.
El trayecto que va de la plaza del Pais Valenciá al Parterre nos pareció eterno, llegamos al coche que deje aparcado unos minutos antes y los tres entramos al mismo tiempo, me habia sacado el carnet en Septiembre y hacia dos meses que tenia el coche: un seiscientos con mas teclas que un piano. La falta de experiencia y los nervios me hicieron saltar un bordillo en el que casi se queda clavado el "seilla". Desde Valencia fui a Paterna a dejar a los dos compañeros y cuando pasamos por el cuartel de Campamento salian camiones cargados de jovenes militares cuya cara es dificil de descibir ahora. Cuando llegue a casa me acerque hasta el ateneo y allí estaban Enrique y Eustiquio los dos curas obreros que colaboraban en el funcionamiento del local, hablamos unos momentos y nos fuimos, yo a casa en la que encendí la radio a la que estuve pegado toda la noche.
Todo esto lo recuerdo con gran claridad a pesar de que han pasado casi 30 años. De aquel intento de golpe nuestro sistema político salió fortalecido y sirvió para que muchas personas renovaran su compromiso con la defensa de la Libertad.