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ORELLANA LA VIEJA: LOS SANTOS....

LOS SANTOS.

Nosotros llamábamos “Santos” a las portadas de las cajas de cerillas. Y a decir verdad que, a veces, venían ilustradas con dibujos o fotos de animales, castillos, plantas etc etc que las hacía muy atractivas para los niños y por ende codiciadas por el afán coleccionista que todos tenemos en esas edades. Constituían un verdadero tesoro para nosotros y eran muy envidiados los que tenían una buena caja llena de “Santos” ó de” bolonas”. Éstas, como aquellos, por las razones anteriormente expuestas, eran objeto de varios juegos infantiles. En el juego de “Los Santos” había dos variantes que paso a describir a continuación:
A) JUEGO DE LOS SANTOS DEJÁNDOLOS DE CAER.
(niños, niñas ó mixto)
QUÉ SE NECESITABA
Un buen puñado de “Santos” cada participante, una pared, árbol etc desde donde dejarlos caer.
DÓNDE SE JUGABA
En cualquier sitio con tal que se dispusiera de lo anterior.
CUÁNTOS JUGABAN
Podían jugar los que quisieran pero, como mínimo, dos.
CÓMO SE ECHABA
Se podía elegir cualquier forma de echar aunque, en este juego todos querían ser los últimos porque eran los que más probabilidades tenían de ganar como descubriremos al ver…
CÓMO SE JUGABA
Se hacía un señal en una pared, tronco de árbol etc a una distancia del suelo que acordaban previamente los jugadores. El primero cogía un “Santo” de su puñado, lo colocaba en la señal y lo dejaba caer libremente hacia el suelo. El segundo hacía lo mismo y el tercer y el cuarto…hasta que un “Santo” de alguno cayera encima (montar) de alguno o algunos de los que ya estaban en el suelo. El dueño del “Santo “ que había “montado”, ganaba y recogía todos los que se habían tirado anteriormente. Pero tenía que “montar” bien porque si solo lo hacía en algún pico se decía: ¡”Pico” ¡, lo cogía y podía tirar otra vez acto seguido. Los jugadores iban abandonando a medida que se iban quedando sin “Santos”, es decir se quedaban “ruches”.

B).- A esta segunda versión normalmente jugaban dos. Se sentaban en el suelo y depositaban el mismo números de “Santos“ cada uno vueltos al revés (con el dibujo para el suelo). El primero se untaba el dedo pulgar (gordo) con saliva una sola vez y procuraba dar la vuelta a todos los “Santos” que pudiera. Esos eran sus trofeos. Luego le tocaba al otro y así se iban turnando. Al final teníamos los dedos “gordos” “más limpios que un jaspe” de los lametones a que habían sido sometidos.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
¡Jo Antonio! tu si que te explicas como una caja de cerillas abierta, jajaja, muy bueno lo de los santos. A mi me suena otra versión mas, pero, nos soy capaz de recordarla, me suena algo así com que se doblaba el sato al medio y se ponían en forma de tejadillo, pero no recuerdo exactamente como se jugaba, igual tu con estas pista que te doy, sacas algo.